miércoles, 4 de julio de 2012

0 Quince momentos estelares de la televisión noventera española (XIV)


El baile de San Vito

Se daban hostias como panes, aquello era lo nunca visto. Desde lo alto de una escalera, con una silla en la mano, lanzando el peso de 120-130 kilos encima del cuerpo del rival, que se retorcía en el suelo, pedía ayuda a gritos, el sudor empapando los músculos y el dolor en la cara, los dientes apretados… Así hasta que, de repente, el sufridor, el doliente —por lo general, Hulk Hogan o El Último Guerrero— se levantaba, poseído, empezaba a negar con la cabeza y a bailar alrededor del ring mientras el miedo se apoderaba del otro luchador y aparecía vibrante la voz de Héctor del Mar, comentarista impenitente de los partidos del Madrid durante años y años, y de repente ídolo de niños y adolescentes.
Héctor del Mar, “el hombre del gol”, arrastraba las erres y las eses y parecía arrebatado, él también, en su estudio de Fuencarral, apelando a “El baile de San Vito”. Todos los luchadores de Pressing Catch padecían, según él, del mismo mal, un mal que les llevaba a encajar cada golpe impertérritos, dispuestos a la venganza, determinados en la victoria hasta que las nubes se diluían y el chaparrón de golpes cambiaba de dirección. El Enterradorel Terremotoel Hombre del Millón de Dólares… Héctor gritaba y el público americano gritaba y nosotros imitábamos sus golpes en el colegio mientras calculábamos quién ganaría el siguiente Wrestlemania.
Un infierno estúpido.
Luego descubrimos que todo era un tremendo tongo, un apaño, que fingían el dolor como fingían el entusiasmo. Ese no fue el problema, en cualquier caso. El problema fue que crecimos y pasamos a otra cosa, sin taparrabos ni danzas de la lluvia. El instituto, lo llamaban. A las chicas no les gustaba oír hablar de los sacamantecas.




Guillermo Ortiz
Jot Down

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

No queda sino batirse Copyright © 2011 - |- Template created by O Pregador - |- Powered by Blogger Templates