jueves, 9 de junio de 2016
miércoles, 8 de junio de 2016
martes, 7 de junio de 2016
lunes, 6 de junio de 2016
0 Mucho corazón
Hay que ponerse en la piel de Alberto Garzón. El tipo que te
llevaba en coche a los debates funda su propia movida y acaba sacando 69
escaños en las elecciones; 67 más que tú. Se ha ciscado en el honor de tus
siglas pero ahora necesita tus votos, y se los vas a dar, y lo sabes. Así que
oficias el casamiento por lo civil, de penalti y sin invitar a los suegros Cayo
y Gaspar, que no aprueban al pretendiente, pero a cambio te traes de Córdoba al
yayo Julio, que está hecho un chaval porque de pronto ha regresado a 1977.
Ahora bien, según avanza el magreo y cuando ya tienes la liga por bufanda haces
un alto, te recolocas la faja y exiges una última señal de respeto a tu famosa
virginidad ideológica: IU tendrá margen para su propia campaña. Que aquí
descendemos de la santa pata de la Pasionaria y se va a notar.
Banderas tricolores, hoces y martillos cantan en los mítines
del cambio transversal como una tarántula en un trozo de bizcocho. Y luego esos
mensajes de desacomplejado comunismo, como si supieran lo que fue.
- El fascismo es el hijo legítimo del neoliberalismo,
prorrumpe Alberto.
Jorge Bustos
El Mundo
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viernes, 3 de junio de 2016
jueves, 2 de junio de 2016
miércoles, 1 de junio de 2016
0 Marisol
Se cumplen cuarenta años del topless de Josefa Flores, Marisol, que, a falta de otra cosa, fue saludado como la Libertad de Delacroixpor la propaganda de la Santa Transición, que nos vendía que el topless de Marisol era el tránsito del “Ha llegado un ángel” de Luis Lucia al “Ha llegado la democracia” de Adolfo Suárez.
La mamandurria española de estos cuarenta años (ni dos mil militantes tenía el PSOE) no se entendería sin aquel topless marisolero, entre los senos discretos y elegantes a lo Goya y los senos como peritas sanjuaneras a lo Watteau del libro de tetas de Ramón, con tantos y tantos tamaños de copa por talla, si bien los del estilo Marisol nos resultaban lucios, radiosos, rimbombantes, luníferos, ambrosinos, ledos, donosos y que, como compuestos de palabras llenas de ternura, trasmanaban ternura.
–Los senos del estilo estarán pimpolleciendo siempre porque son por naturaleza pimpolludos.
Ignacio Ruiz Quintano
ABC
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