miércoles, 27 de octubre de 2010

0 El llanto de Moratinos

Anda la progresía mosca, a excepción del diario global en español ,no vaya a ser que venda un par de libros menos o el autor se nos mosquee, a cerca de los exabruptos de Reverte. Entrando en esa base de la izquierda intelectual, la de Sabina y Chiquilicuatre, podríamos aplicar a la experiencia de las palabras del autor de Alatriste, la máxima que, de tanto repetirla, han acabado creyendo: ellos insultan, nosotros calificamos.
De ahí que uno, calificado que no insultado como "tonto de los cojones" por un alcalde psicosocialista del sur, no tenga más remedio que posicionarse por Reverte. Y no se trata de una cuestión político-ideológica, sino de la razón de la lógica, correcta y sensata aplicación de las normas base políticas frente a la llorera del hombre que confundió Marruecos con Ceuta y Melilla.
Honorable, adj. Dícese de lo que está afligido por un impedimento en su capacidad general. En las cámaras legislativas se acostumbra dar el título de "honorable" a todos los miembros. V.g.: "El honorable diputado es un perro sarnoso". El diccionario del diablo
D.

0 El del flyer de la coca


0 Niña repelente (I)

martes, 26 de octubre de 2010

0 Paul D.E.P.

Ha muerto el pulpo Paul, que para quien no se acuerde y al margen de ser el invento ,secundado por el resto de medios, para que no se hablara del transfuguismo de Pepe y Paco a la Cope por el grupo Prisa, era el simpático cefalópodo que eligió en una urna que España derrotaría a Holanda en la final del Mundial jalandosé un mejillón. Desde estas líneas y antes de hincar la picacha (I.Ruiz-Quintano dixit) le hubieramos propuesto para la elección del proximo árbitro del Atlético de Madrid-Villarreal, ya que la capacidad de decisión del pulpo anda mucho más fresca que la del trencilla del domingo. Una pena lo de este Paul, si.

domingo, 24 de octubre de 2010

0 Atlético de Madrid-Rosenborg: el Atleti no sestea ante un flojo Rosenborg

Perdón por el retraso...
Primer "match-ball" el que debía disputar el Atlético, llegaba el Rosenborg, uno de esos equipos que debido a sus multiples participaciones europeas, no nos suena a desconocido, pero que gracias a ellas, tambien, podemos saber que es un rival poco temible.
No se la jugó Quique con su 11 inicial y salió con todo, dejando a Agüero en el banquillo para, o bien apagar un posible incendio, o bien dar la puntilla a los noruegos, como acabó ocurriendo.
El mensaje era claro, no se podía, ni se concebía un tropiezo y los jugadores lo entendieron rapidamente. Los primeros 10 minutos se sucedieron con ocasiones encadenadas del Atlético, especialmente una de Simao y otra de Diego Costa. Tras este primer arrebato ofensivo local, el partido pareció asentarse y los equipos marcaron sus posiciones, el Atleti buscaba pacientemente el gol, el Rosenborg se replegaba cada vez más, sin ruborizarse dejaba sus 11 jugadores en su campo, obviando la posibilidad del contragolpe.
Cuando el partido comenzaba a entrar en una dinámica aburrida, apareció Reyes, me detengo en Reyes, quizás una de las mayores resurrecciones que se hayan visto en los últimos en el mundo del fútbol, de pasar a ser un jugador marginal en una liga menor, a ser absolutamente esencial e incluso estelar en ocasiones en el Atleti. El fruto de esta aparición del utrerano fue un magnífico centro al corazón del área que no desmereció Godín, cabezazo perfecto y picado que hizo imposible la estirada del meta noruego.
Encontraba el Atlético el gol que le debía dar tranquilidad y espacios ante un Rosenborg que tenía ante sí un horizonte que jamás quiso. Pero poco más se pudo ver en el primer acto, pudimos comprobar que Forlán ni está, ni se le espera. Que Tiago en un partido flojo, aporta mucho más que Raúl García inspirado y que cuando Perea decide acordarse de ser el desastre que a veces es, lo consigue con todo merecimiento.
¿Y los noruegos? Poco, poquísimo, orden defensivo y apenas destellos de su mediocentro, Annan. Pero queridos lectores, hablamos del Atlético, especialista en que el poco del rival se convierta en mucho y casi ocurre una vez más, dónde no había nada, Perea falló y posteriormente Godín y Ujfalusi le acompañaron en el fallo, dejando a Prica solo ante Joel, que solucionó providencialmente el mano a mano. Susto al Atlético y mosqueo generalizado del público. Ante este panorama, el Atlético reclamaba el descanso y así fue.
El segundo acto, no tuvo más historia hasta que llegó el minuto 63. Entró el Kun Agüero por Forlán, significativo el cambio, este cambio reactivó al conjunto rojiblanco sobremanera y conectaron los buenos, los que saben, ejecutan y marcan diferencias. Reyes volvió locos una vez más a la zaga noruega y dibujó un gran pase entre líneas que Agüero, gracias a la colaboración de los centrales nórdicos, no perdonó, con una ejecución impecable con la pierda izquierda. Parafraseando al "filosofus maximus" del fútbol, el señor Valdano, el fútbol es un estado de ánimo. Y el Kun eleva la adrenalina del equipo y del publico, innegable.
Con la adrenalina elevada y Agüero queriendo recuperar el tiempo que Gurpegi le quitó, llegó el tercero. Gol de manual rojiblanco, con Joel lanzando la contra desde su arco, Reyes manejandola como solo el sabe en este equipo y con Diego Costa y Kun combinando en una gran pared. Diego Costa recordó que lo de tercer delantero, se puede empezar a discutir y batió con un cabezazo por arriba a Orlund. Este fue el epitafio del partido, que acabó con Reyes buscando su merecido gol sin suerte.
Partido cerrado, sin fuegos de artificio, sin malabares, pero con una virtud que años atrás parecía olvidada en el Manzanares: EFICACIA.
El próximo envite rojiblanco es una salida complicada, Villarreal, rival directo para puestos de Champions League.
A.Briega

jueves, 21 de octubre de 2010

0 Faemino y cansado: la legión extranjera

miércoles, 20 de octubre de 2010

0 Dinero público

El «bien común» es un concepto abstracto, en el que muy pocos piensan y casi nadie practica. Es ésta una vieja carencia de España, a la que se ha venido a añadir los nacionalismo disgregadores, que hacen difícil la visión del conjunto y la solidaridad ciudadana. Que los intereses de las partes prevalezcan sobre los de la nación es una patente de corso para que los aprovechados entren a saco en las arcas públicas, como ha ocurrido en muy distintas comunidades. No existe realmente una «sociedad civil», y sin sociedad civil no puede darse una verdadera democracia.
J.M. Carrascal
Decoración artística de los dueños de los camiones

Nuevo modelo de reciclaje en Vigo

martes, 19 de octubre de 2010

0 La colonia llega al boxeo

Vitali Klitschko, retuvo su corona de los pesos pesados de la CMB.
-"No hay nadie en el mundo que pueda ganarme aparte de mi hermano, soy el más fuerte".

0 Hooligan: producto exquisito (3 de 3)

No son las víctimas sino los beneficiarios de la llamada civilización quienes conforman estas huestes bárbaras que siembran la violencia en las calles adyacentes a los estadios e incendian las tribunas. Desde luego, en sus filas encuentran cobertura y terreno propicio para realizar sus designios personajes excéntricos y desquiciados, bandas fascistoides, sádicos, desesperados. Pero éstos son la excepción, no la regla, las moscas que atrae la carroña, no la infección que la provoca.
En verdad, el fenómeno de la violencia futbolística no suele ocurrir en los países pobres y subdesarrollados: en ellos las violencias son menos frívolas, más elementales. Es un patrimonio de la modernidad y la opulencia. Se da en un país de altos niveles de vida y de costumbres civilizadas, que, precisamente porque ha llegado a ese alto nivel de desarrollo económico, cultural e institucional puede costear a sus ciudadanos, aburridos de las rutinas y autocontroles que inflige la vida civilizada, el lujo de desahogarse, de tanto en tanto, jugando al bárbaro, permitiéndose aquellos excesos que le están vedados en la vida diaria, algo así como, en las culturas primitivas, la ceremonia del potlach, o los carnavales del Medioevo cristiano, autorizaban al ciudadano a hacer aquello que nunca antes hacía ni debía hacer, rompiendo con su norma de conducta habitual y obedeciendo por unos días al año al capricho de sus más escondidos instintos.
Freud explicó que la civilización es una mutilación a la que el civilizado no se conforma nunca del todo, y que por ello está siempre, inconscientemente, tratando de recuperar su totalidad, aunque ello ponga en peligro la coexistencia social; y Bataille sostuvo que la razón de ser de la literatura era hacer vivir al hombre -en ficciones- todo aquello a lo que había renunciado para hacer posible la vida en comunidad. Por ese atajo hay que entender la paradoja de las brutalidades irracionales de los hooligans ingleses. Privilegiados ciudadanos de una sociedad que a lo largo de mil años de historia fue reduciendo la precariedad, el despotismo, el desamparo, la pobreza, la ignorancia y el imperio de la fuerza bruta en las relaciones humanas que son norma invariable de las sociedades primitivas, ahora se aburren y añoran todo aquello que perdieron -la incertidumbre, el riesgo, la vida vivida como instinto y pasión- y, de cuando en cuando -de partido en partido, de campeonato en campeonato-, gracias a la rubia cerveza y al anonimato que garantiza el disolver se en un ser colectivo, la hinchada, retornan a la tribu, sacan a luz el amordazado salvaje que nunca dejó de habitarles y le permiten por unas horas cometer todos los desafueros con los que sueñan, como un desagravio, por la monotonía de sus empleos, profesiones y rutinas familiares. El hooligan no es un bárbaro: es un producto exquisito y terrible de la civilización.
Mario Vargas LLosa

lunes, 18 de octubre de 2010

0 Colonia meada pre-electoral

A Rajoy: "No sé por qué tiene tanta prisa, porque para estar otra vez cuatro años en la oposición no debería tener tanta prisa".

sábado, 16 de octubre de 2010

0 Hooligan: producto exquisito (2 de 3)

¿Cuál es la explicación de este curioso fenómeno? Descartemos de entrada la tesis ideológica según la cual la violencia de los hooligans es una herencia de las reformas económicas de la señora Thatcher, que habrían convertido a la sociedad británica en la de mayores desequilibrios y sectores de más alta pobreza en Europa occidental. En verdad, Gran Bretaña tiene hoy día una de las economías más prósperas del mundo; y, gracias a aquellas reformas, que el gobierno de Tony Blair está profundizando, se ha reducido el desempleo a unos índices mínimos (un 6%). Si la pobreza y los abismos entre ricos y pobres fueron factores determinantes de extravíos futbolísticos cada semana habría verdaderos apocalipsis en todo el Tercer Mundo y buena parte del primero.
Si la razón no es económico-social, como les gustaría a los progresistas, ¿cuál es entonces la explicación de que uno de los países más civilizados del planeta experimente esta manifestación sistemática de barbarie que es el fenómeno del vandalismo futbolístico? Un indicio interesante, para ensayar una respuesta, es la procedencia y catadura de los hinchas ingleses capturados y encarcelados a raíz de los destrozos en Marsella. Vaya sorpresa: el energúmeno llamado James Shayler -cien kilos de músculos, barriga cervecera y tatuajes de pirata en los antebrazos- a quien, armado de un garrote, millones de televidentes vieron hacer añicos un Mercedes Benz, es un respetabilísimo ciudadano de Wellingborough, Northhamptonshire, que adora a su esposa y a su hijita, y que ayuda a las ancianas a cruzar las esquinas. Los vecinos entrevistados por los periodistas declaran, estupefactos, que les cuesta reconciliar a la bestia agresiva que pulverizaba tunecinos en Marsella el 15 de junio con su civilizado comprovinciano, a quien creían incapaz de matar una mosca.
Idéntico pasmo manifestaron los empleados del correo central de Liverpool, al enterarse de que dos colegas suyos, Chris Anderson y Graham Whitby, a quienes los jefes tenían por puntuales y celosos funcionarios, figuran entre los forajidos borrachos condenados en Marsella, en juicio expeditivo, a dos meses de prisión y a no ser admitidos en territorio francés durante un año. La lista que aparece hoy en The Times de hooligans detenidos con las manos en la masa durante la orgía destructiva, no puede ser más impresionante: un ingeniero, un electricista, un ferroviario, un bombero, un piloto y, en general, empleados, estudiantes u obreros tecnificados. No aparecen entre ellos casi desclasados, gentes sin oficio, aquellos seres de vida marginal a quienes un persistente estereotipo sociológico suele presentar como los responsables de esos estallidos de violencia ciega, que protestarían de este modo contra la injusticia social de que son víctimas. En verdad, no son indispensables las estadísticas para concluir que el hincha promedio difícilmente podría ajustarse al prototipo del ciudadano sin trabajo, arrojado al paro por la inhumana reconversión industrial resultante del desarrollo tecnológico, sobreviviendo a duras penas gracias a la seguridad social. Quien se halla en esta condición carece de los recursos básicos que permiten al hooligan hacer lo que hace: desplazarse en trenes, aviones o autobuses por las ciudades europeas, pagar las caras entradas del fútbol y macerarse en litros de cerveza hasta desembarazarse de todos los frenos que la civilización inocula al individuo para que, en vez de dar rienda suelta a sus instintos y pasiones, actúe de acuerdo a ciertas normas, dictadas por la razón.

Mario Vargas LLosa

jueves, 14 de octubre de 2010

0 Hooligan: producto exquisito (1 de 3)

Quien no haya pisado Inglaterra y conozca este país sólo por las fechorías de sus hinchas de fútbol -que, hace unos días, con motivo del primer partido de la selección inglesa en el campeonato mundial, jugado contra Túnez, devastaron el Viejo Puerto y el barrio de Santa Margarita de Marsella- tiene todo el derecho del mundo a sospechar que la civilizada sociedad que produjo la democracia y los versos de Shakespeare ha declinado hasta rozar la barbarie.
En efecto, el espectáculo de hordas de hooligans ingleses beodos agrediendo transeúntes, arremetiendo contra los hinchas adversarios armados de palos, piedras o cuchillos, desencadenando batallas sin cuartel contra la policía, destrozando vitrinas y vehículos y, a veces, las mismas tribunas de los estadios, se ha vuelto un corolario inevitable de los grandes partidos internacionales en los que juega Inglaterra y de muchos de la Liga británica. Además de inciviles y grotescos, estos episodios pueden ser trágicos: 95 personas murieron y varios centenares quedaron heridas, apachurradas contra las vallas del estadio de Hillsborough, en Sheffield, durante la final de la Copa Inglesa en 1991; en Heysel (Bruselas), en 1985, 39 aficionados perecieron arrollados a consecuencia de las violencias provocadas por los hooligans en el partido entre el Juventus y el Liverpool, y en Dublín, en 1995, un encuentro amistoso entre Irlanda e Inglaterra debió ser suspendido a poco de iniciado debido a los estragos que perpetraban en el estadio los hinchas ingleses. Estos son apenas unos pocos ejemplos; la lista de las salvajadas de los hooligans en los últimos treinta años tomaría muchas páginas.
Y, sin embargo, la verdad es que, para quien vive aquí, Inglaterra es un país excepcionalmente pacífico y bien educado, donde los taxistas no andan de mal humor ni procuran esquilmar al incauto turista, como ocurre a menudo en París, y donde los dependientes de las tiendas no maltratan a los clientes que pronuncian mal o no hablan su lengua, como sucede con frecuencia en Alemania o Estados Unidos, y donde la xenofobia y el racismo, pestes de la que no está exonerada ninguna sociedad que yo conozca, son menos explícitos que en otras partes. Entre las grandes ciudades del mundo, Londres es una de las más seguras: mujeres solas viajan en el metro a altas horas de la noche y no sé de barrio alguno, Brixton incluido, que sean peligrosos para el forastero solitario como lo son, digamos, Harlem o Clichy.


Por lo demás, la violencia de los hooligans tiene que ver sólo con el fútbol; ningún otro deporte o espectáculo de masas --desde los mítines políticos a los conciertos de los ídolos roqueros-- ha generado una supuración destructiva semejante; por el contrario, siempre me ha sorprendido la falta de desmanes y vandalismos que caracteriza a las grandes concentraciones en Inglaterra, donde, por ello mismo, el despliegue de la seguridad suele ser insignificante. Y donde la (desarmada) policía, por lo demás, inspira confianza, no temor. En más de treinta años de vivir o pasar largas temporadas aquí, sólo recuerdo dos circunstancias en que las actividades políticas o sindicales generaran actos de violencia callejera: en los años setenta, con motivo de las contramanifestaciones que provocó la campaña racista y anti-inmigrantes del dirigente conservador Enoch Powell (que, debido a ello, aniquiló su carrera política) y durante la huelga minera dirigida por Arthur Scargill a principios de los ochenta. Y, en ambos casos, las violencias fueron de poco calado comparadas con las que acostumbra desatar en otras partes la confrontación política.

Mario Vargas LLosa

miércoles, 13 de octubre de 2010

0 Declaraciones del minero Diego Armando

Declaraciones de Maradona: "Todos somos mineros y familiares. Lo único que empañó el momento fue el discurso político de Piñera que no tenía nada que ver".

Esperamos ansiosos los comentarios de los titiriteros españoles al respecto.

martes, 12 de octubre de 2010

0 Antonio Puerta encontrado muerto


Sus imágenes dando una brutal paliza al profesor Jesús Neira estremecieron a todo el país. Ahora, más de dos años después, Antonio Puerta ha fallecido en casa de unos amigos en Madrid junto a su pareja.

En torno a las 23.00 horas, una llamada a la Policía Nacional alertaba de la muerte de Antonio Puerta en un edificio de apartamentos del centro de Madrid, en la calle General Varela, muy próxima a la calle Orense. Un equipo del SUMMA se trasladó a la vivienda, donde ya se encontraban agentes del Cuerpo Nacional de Policía.

Extraído de: http://www.elmundo.es/elmundo/2010/10/13/madrid/1286949981.html

"La adicción a la droga puede explicar sus actos, pero no los excusa." Trainspotting, 1996

0 Gila: genio y figura

0 Lorenzo campeón

-¿Que cómo me siento? Pues como el mejor piloto del mundo.
Otro que mea colonia.

domingo, 10 de octubre de 2010

0 Conflicto palestino-israelí

Brutales imágenes con las que nos obsequiaba el ABC de ayer sábado. En ellas se nos muestra a un grupo de jóvenes palestinos apedreando un coche israelí que, fruto del pánico "por él y por su hijo"[SIC] opta por atropellar a los mismos.

sábado, 9 de octubre de 2010

0 Vargas LLosa, Nobel a una trayectoria social


Los seis cuentos de «Los jefes» son un puñado de sobrevivientes de los muchos que escribí y rompí cuando era estudiante, en Lima, entre 1953 y 1957. No valen gran cosa, pero les tengo cariño porque me recuerdan esos años difíciles en los que, pese a que la literatura era lo que más me importaba en el mundo, no me pasaba por la cabeza que algún día sería, de veras, escritor.

Me había casado muy joven y mi vida estaba asfixiada de trabajos alimenticios, además de las clases universitarias. Pero, más que los cuentos que escribí a salto de mata, lo que guardo en la memoria de esos años son los autores que descubrí, los libros queridos que leí con esa voracidad con que uno se envicia de literatura a los dieciocho años. ¿Cómo me las arreglaba para leer con los trabajos que tenía? Haciéndolos a medias o muy mal. Leía en los ómnibus y en las aulas, en las oficinas y en la calle, en medio del ruido y de la gente, parado o caminando, con tal de que hubiera un mínimo de luz. Mi capacidad de concentración era tal que nada ni nadie podía distraerme de un libro (he perdido esa aptitud). Recuerdo algunas hazañas: «Los hermanos Karamazov», leído en un domingo; la noche en blanco con la versión francesa de los «Trópicos», de Henry Miller, que un amigo me prestó por unas horas; el deslumbramiento con las primeras novelas de faulkner que cayeron en mis manos —«Las palmeras salvajes», «Mientras agonizo», «Luz de agosto»—, que leí y releí con papel y lápiz, como libros de texto.
Mario Vargas LLosa (1979)

miércoles, 6 de octubre de 2010

0 Penalti y expulsión

Que el arbitraje anda más jodido que Trini la noche del domingo no es nada nuevo. El resultado de la siguiente imagen fue expulsión al jugador amarillo por "güevearle" la rodilla al presidente. El socio de Moratinos, poco acostumbrado a perder, actuando contra la oposición siguiendo el ejemplo del bufón venezolano.

martes, 5 de octubre de 2010

0 Coran VS Mein Kampf

La siempre bien formada Holanda tiene ciertos problemas de fondo en lo que a democracia se refiere. La noticia en estos dos enlaces:
http://www.abc.es/20101004/internacional/wilders-xenofobo-201010041205.html
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Aplazado/juicio/Geert/Wilders/lider/ultraderechista/holandes/incitar/odio/musulmanes/elpepuint/20101004elpepuint_1/Tes

Y aquí la reflexión de ello que hacía Arcadi Espada para El mundo:
http://www.arcadiespada.es/2010/10/05/3416/

0 Martes y Trece

Video dedicado a la progresía de lo políticamente correcto, con la señorita Aído a la cabeza. Con él se puede demostrar que la lucha contra las injusticias sociales se puede llevar más allá.
"La potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar" Nietzsche

lunes, 4 de octubre de 2010

0 Sevilla Fútbol Club - Atlético de Madrid: 45 minutos bastaron al Sevilla



Duro correctivo el que ha recibido el Atlético hoy en Sevilla, en apenas 50 minutos el conjunto hispalense, visiblemente mejorado a las ordenes de Manzano, ha podido con un Atlético que ha sido preso de sus propios errores. Errores que vienen marcados por un planteamiento inicial cobarde, timorato y miedizo de Quique Sánchez Flores. Sorprendió con un trivote en el medio campo, condenando a un Forlán cada vez más desaparecido en combate a ser una isla en el frente de ataque rojiblanco.
Antes de desmenuzar el partido, como viene siendo habitual, confirmaremos otra regla universal del fútbol: Entrenador nuevo, victoria segura. Sorprendente (indignante para los aficionados sevillanos) como puede cambiar tanto un equipo en una semana, de ser un trapo en manos del Hércules a ser el vendaval que fue en tiempos pasados. Parece que el Sevilla con Manzano vuelve por sus fueros y se postula como firme candidato a las plazas que dan acceso a Champions League.
Como decíamos antes, las alineaciones de los dos preparadores técnicos fueron declaraciones de intenciones, Quique rehusó el morder al Sevilla a costa de reforzar las bandas, mientras, el Sevilla salió con todo y buscó el partido desde el inicio con un Kanoute que a medida que pasan los años y baja su físico sube su nível futbolístico. Bajó todos los balones que quiso, organizó el fútbol, hizo la vida imposible a los centrales rojiblancos y se permitió el lujo de poner el 3-0 en el marcador, un auténtico partidazo del malí.
Y con Kanouté dando una lección básica de fútbol, con Perotti y Capel incisivos en las bandas y la gran cantidad de corners que generó el Sevilla en los primeros compases del partido, el Atlético se limitó a defenderse como podía, más mal que bien, con De Gea sacando los primeros balones de la tarde y con tímidos acercamientos a Palop con el sello de Fran Mérida y Tiago. Transcurrían los minutos y la sensación era generalizada, tarde o temprano iba a caer el gol. Y así fue, minuto 29, Perotti se marca un magnífico eslalon dejando en evidencia, una vez más, a Antonio López y culmina su jugada asistiendo a un gran Negredo que con su definición pareció recordar a aquel jugador que deslumbró en Almería y que en Nervión ha aparecido a cuentagotas. Gol y más desconcierto para el Atleti que no sabía cómo parar la hemorragia. En plena hemorragia atlética llegó el segundo tanto para el Sevilla, una magnífica combinación entre líneas del conjunto hispalense dejó a Kanouté sólo delante de David de Gea, el malí demostró que el único paso que le queda para estar entre los grandes del fútbol mundial es la definición y falló el mano a mano, pero el rechace cayó a los pies de Perotti, que con la ayuda de Assunçao puso el 2-0 en el marcador. Partido finiquitado en apenas 35 minutos y una reflexión, cuando un equipo visita con miedo una cancha tan difícil como Nervión no parece extraño salir vapuleado en apenas 40 minutos. Y muchos os preguntareis, ¿del Atleti ofensivamente qué? Pues nada, sencillamente nada, circulación espesa, desborde inexistente y Forlán con la melancolía “made in Forlán” que sufre todos los años. Un auténtico desastre generalizado
Tras el descanso pareció que Quique se declaró culpable sin necesidad de un juicio, enmendó la plana sacando a Filipe Luis, cuyo fútbol está infinitamente por encima del de Antonio López y también introdujo en el campo a Diego Costa por un desaparecido Mario Suárez.
Comenzaba el segundo acto con un Atlético más valiente, dispuesto por lo menos a lavar su imagen, pero pronto se encontró con otro golpe, obra de Kanouté, que redondeó su gran partido con un magnífico derechazo que se coló junto a la cepa del palo. 3-0 y el partido, si ya de por sí estaba finiquitado, después de este gol, lo estaba aún más. KO por aplastamiento y 40 minutos de la basura y lo más duro, una sensación de que este partido al Atlético le ha quedado grande desde el minuto 1.
Con el 3-0, por fin apareció el Atleti en Nervión, Diego Costa dejó en evidencia a Forlán (¿Alguien cree que tiene nivel para ser Balón de Oro?) solo con actitud y verticalidad y el peligro comenzó a aparecer. Pronto se asociarían los dos jugadores más verticales del Atlético para acortar distancias, Fran Mérida, que en la banda es un vulgar jugador, cuando pasa a la zona central del ataque pasa a ser un jugador más que aseado, asistió a Diego Costa que con suspense y ayuda del palo, batió a Andrés Palop. Quedaban 35 minutos y un ligero rayo de esperanza apareció en el horizonte atlético. Esperanza que podía haberse convertido en ilusión si Forlán y Diego Costa hubieran estado acertados en dos acercamientos con mucho peligro al área de Palop. Pero la cosa se quedó como estaba y el Sevilla se limitó a hacer partícipe del triunfo a Luis Fabiano, al que necesitarán durante la temporada, mientras que el Atlético se conformó con que lloviera menos sobre su tejado. Ambos dejaron pasar los minutos y el envite finalizó con un resultado más que justo para el Sevilla, que se merendó al Atleti con una facilidad pasmosa.
Como dato preocupante dejo el hecho de que los últimos 45 minutos de Valencia y los 90 de Nervión, no son buena tarjeta de visita para los dos próximos desplazamientos rojiblancos, que a priori son tremendamente difíciles. Villarreal y el derbi capitalino. Muchas cosas debe cambiar Quique, empezando por la mentalidad del equipo, para poder puntuar en esas dos canchas.

A.Briega

0 El del GPS


 

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