Tan sumido en la crisis está el país -el periódico también- como que una baja más no supone más que estadística. Manzano lo será el miércoles y junto a los candidatos a Ministro que sabremos ese mismo día, deberán ponerse a trabajar desde ya los delegados de la gestión del Atlético de Madrid.
-“La correcta dirección consiste en mostrar a la gente normal como hacer el trabajo de la gente superior”.
Venía a decir Rockefeller, que era presidente de la Standar Oil. En España las gasolineras sirven para que Pepe Blanco se vaya sin pagar y Rockefeller es un muñeco de ventrílocuo, lo que se adapta al dedillo en la situación del equipo del Manzanares una vez que el dueño habla con el estómago y articula mediante la boca de un muñeco que ni vino ni se le espera. La paradigmática es, desde hace tiempo, más importante que el contenido que se ha vendido, robado o está vacío.
Manzano se adelanta así a los niños de San Ildefonso en esto de volver a casa por Navidad, en un despido señalado, buscado y conseguido.
Mou también vuelve a casa por Navidad. El Madrid al liderato de la Liga y él a las salas de prensa. Vuelve el equipo blanco con tres puntos de los que gustan y como se consiguen las cosas últimamente en Sevilla: un set a cero. No hace falta jugar más. Mourinho se sienta en la silla de la rueda de prensa como en un vuelo chárter con clase business y siempre juega a carta vista. La disonancia congnitiva es aplicada al dedillo por el portugués quien rechaza hasta humillar todo aquello que no le interesa y que, muy al contrario de lo ocurrido esta mañana en el Congreso, cree en su programa que aplica y concreta.
Junto a las intervenciones en rueda de prensa, resultados.
Y así pasamos la mañana del domingo. Una vez que las misas ya no se ven por la tele puesto que Roures no quiere, nos reparan las neuronas del sábado noche con un ejercicio de braing training consistente en ver a Iniesta y Salvio en televisiones distintas. De Salvio no se puede decir nada más que lleva desayunando polvorones los últimos tres años y está por demostrar que también los meriende en bocadillo. De Iniesta sin embargo nos queda la sensación de lo mejor está por llegar. Messi también pasaba por allí. Total que la odiosa comparación se convertía en hipérbole: no juegan en televisiones distintas, sino en universos paralelos que ni siquiera son equidistantes.
Con lo que el Barça también volvió a su casa, la de Iniesta. La costumbre de ser campeones del mundo se repitió ante el Santos de Neymar, una vez que Pelé ha renunciado al patronato de un equipo cuyo estandarte de pelo Llongueras se mete en el vestuario de los contrarios fruto de la envidia sana. A Messi, que como decía pasaba por all,con dos goles, le regalaron una llave de similar tamaño a la del astro argentino que le servirá como cambio para un coche. También le metieron en un plató, junto a dos japos que hacen lo que mejor hacen los japos en la tele: hablar rápido. Su cara fue un poema aunque de haber sido españoles o al menos hispanohablantes tampoco les hubiera entendido. Messi entonces pensó en regatearlos y se sintió tan mal como aquella vez que le enseñaron las normas del Trivial Pursuit.
Darío Novo
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