Estimado Anónimo:
El retraso en la
entrega de la correspondencia no es causa tercera de la huelga, no. De sobra
sabrás que la semana pasada el zumo de Baco nos abdujo hasta horas tan
intemporales que quizá hasta Willy
Toledo andaba ya calentando el colchón. Por ello y a pesar de que prometí
rescatar la ardilla del baúl para hacer otro sin par recorrido –esta vez de
Andalucía a Asturias- con motivo de las elecciones autonómicas, la actualidad
manda y viene servida en forma de manifestación y caos de 24 horas que propician,
cada tiempo sí y tiempo también, los amarillos subvencionados que aquí van de
rojo (faltaría más) por aquello del simbolismo reflexivo.
No hará mucho que acudí
a un Curso de Formación de IU con el objetivo de realizar un par de entrevistas
para la radio. He de decirte, mi querido amigo, que en el ambiente del subterfugio
de la izquierda más in –la de la americana, camisa morada y deportivas, se
entiende- se respiraba ese ambiente de colonia parejo a las familias de bien
que entran en la sección de perfumes de El
Corte Inglés con motivo de paralizaciones futuras. Con esa manera que
caracteriza al tercer partido de España (¿?) hubo que esperar al último día a
casi última intervención para desvelar, que el siguiente viernes, ay, se
anunciaría la fecha. Total, que tras acuerdos, desacuerdos, firmas de servicios
mínimos y peleas de gallos sin rima, se acordó que sería el 29 el día del todo
vale. Y así fue.
He de decirte que con
la adaptación de las nuevas tecnologías al servicio informativo los días de
huelga los pasa uno conectado a las webs de El
Mundo y El País sin darse cuenta
como. Un periodismo, este, el de la calle, que veríamos intrusista en cualquier
ocasión se convierte en el medio de los medios: la gente lanza fotos, crea TT e
incluso se vaticinan los resultados tras las almoadillayohagohuelga o los
almoadillafracasosindical. Por eso a primera hora, las once que uno fue
estudiante antes que plumilla, ya nos enteramos que Guillermo Toledo había hecho de las suyas. No me entiendas mal, me
refiero a su oficio de cierra bares oficial. Como bien escribía Jabois –periodista con mayúsculas por
derecho propio- necesitamos una huelga de Willy
Toledo, una sola causa justa por la
que el actor no tenga derecho a manifestarse. Jabois proponía algún mutilado por algún tipo de fascismo. A pesar
de sus intentos de llamada al medio oficial, la SER, ora que Público solo
podría haberle emitido en videoblog, y a quien, por cierto, Guillermo olvidó de tacharles de
esquiroles toda vez que le daban voz, fue detenido y arropado por las mantas
putrefactas de los calabozos madrileños por amenazas de muerte, agresión y
destrozar uno de los antros que frecuenta.
Luego está lo de los
piquetes informativos. En Leganés por ejemplo, informaron a 40 ruedas de
vehículos que no saldrían a rodar al día siguiente tras navajazos traperos. A
los periodistas de Intereconomía les
informaron mediante un gargajo –suponemos que bien cargadito de aguardiente del
carajillo que guardan en las fauces- de que no se puede informar desde
Mercamadrid. En Barcelona, informaron a un Starbucks
café de que su bebida por excelencia estaba fría y que las máquinas no
funcionaban con lo que la draconiana decisión fue quemar el chiringo. Me
resulta curioso que tras un año estudiando el derecho de la información nunca
haya reparado en tan sugerente garantía.
Pero hay una foto que
exclama sobre todas. La foto de la impotencia, de la rabia y la explicación.
Esa mujer en Barcelona llorando tras el escaparate de su tienda –el sueño
americano- que tanto seguramente le costó crear y que cuatro malnacidos han
decidido en pro de su derecho, el suyo y el de la señora dirán si les pides
explicaciones, reventar a pedradas informativas. La impotencia, las lágrimas y
la incredulidad es la incredulidad del resto de gente que fuimos virtuales
testigos de la violencia de los antisistema (perroflautas, perros rastreros o
simple y llanamente hijos de la gran puta) que siembran el caos en Barcelona
con motivo de la Diada o del Día Mundial de la Laeosopis roboris ante la mirada
de costumbre del paseante y cómplice de los Mossos. Decía explicación a la hora
de acercarme a Torrelavega, donde un lunático salió con un cuchillo al acoso
del piquete. Pude rememorar entonces, el señor de Lazcao que mazo en mano,
irrumpió en una herriko fruto del hartazgo que le producía la Eta del día a
día. Decían en Trainspotting que “estas
acciones pueden explicar sus hechos, pero no los justifican”. Y así es.
Solo que la explicación de que toquen el pan en este caso, o la vivienda en el
caso de Lazcao, a tu familia, resultan más convincentes que otras a la hora de
realizar dichos actos.
Y todo esto para qué,
pues para nada amigo. En derecho se tiene muy en cuenta lo que se llama la
sostenibilidad de la pretensión. En castellano, viene a decir que para que te
vas a mojar el culo si no hay peces donde te estás metiendo. Por eso Rajoy siguió a lo suyo, que no sabemos
lo que es ni lo sabremos, y pasó de los sindicatos como el 90% de los españoles
que no sufrió la llamada del piquete coercitivo a las puertas de su negocio
abierto con el tan extraño derecho hoy de trabajar. Y quien tilde la huelga de
éxito miente, como quien tilde las manifestaciones de escasas también miente.
Porque a diferencia de los actos vandálicos de los que han cambiado la frase de
Sartre por la pegatina de Toxo, la gente salió a la calle harta
de ver 5.000.000 de personas en la misma. Lo demás sobra, como los sindicatos.
Total que resumiremos
la jornada en un trade marketing –específico por ende- de los sindicatos a
quien hubo de sumarse IU, LAB y demás marxistas a los que aplicar lo que dijo Emerson allá en 1681:
-“Con mucho gusto desarrollaría en gradual calma una historia natural de
la inteligencia, pero ¿qué hombre ha sido capaz de marcar los pasos y los
límites de tan transparente esencia?”.
La esencia hoy son las
pancartas y las pegatinas con las que han sellado de lemas agit-prop adquiridas
y meditadas como se adquieren y se meditan las cosas en una producción numérica
similar a las tiendas chinas de Cobo Calleja, la capital, volviendo al lema de
que “lo que diferencia un programa de un partido habitual al programa de
Izquierda Unida es que el primero está lleno de promesas y el segundo está
lleno de amenazas”. O sea, que tras el grito de ¡A las mariscadas! volveremos a
verles pululando por Madrid.
Un abrazo.
Pone usted a tres cafres como si fueran la norma. Lo cierto es que yo estuve en la manifestación de Barcelona. Éramos 275.000 ya no pacíficos, sino aburridos, porque fue una manifestación aburrida. ¿Y usted se fija en cuatro subnormales que fueron específicamente a liarla, y que además NO ESTABAN EN LA MANIFESTACIÓN nuestra, sino en la de CGT/CNT? Esto es manipulación informativa. Los violentos no me representan.
ResponderEliminarNo sé si lo dije en el comentario anterior, pero los violentos no tenían NADA que ver con IU. Salieron de la manifestación alternativa ANARQUISTA de CGT/CNT, y empezaron a liarla desde ANTES de que empezara la manifestación donde SÍ estuvo IU, y CCOO, y UGT y muchos más. Por favor, no imite a Losantos y a Pedro Jota. Intente informar fiel y lealmente.
ResponderEliminarNo estoy informando, estoy opinando.
ResponderEliminarEl tipo que habla de Losantos debería apagar más a menudo Hoy por hoy por el bien de su salud y de los que están a su alrededor.
ResponderEliminarÉsta es la herencia que nos dejó el suicidio de las Cortes. Esto que permitimos no es más que el error de Suárez contentar a los incontentables, y lo seguimos pagando a estas alturas.
El problema de España no es que haya una crisis económica y financiera, hay una crisis social muy importante que no parece tener fin.
Desearía que por una vez empezáramos a portarnos como caballeros. España está todavía en la edad del pavo. Y no tiene mucha pinta de madurar.