Tel Aviv, la ciudad más cosmopolita deIsrael, sede de la comunidad gay más grande de Oriente Medio, recibe hoy al campeón de la última edición de laEuropa League. Hablar de Tel Aviv y de deporte es hablar, inevitablemente, del baloncestístico Maccabi. El equipo que tiene su feudo en la “Mano de Elías”, pabellón donde han hincado la rodilla tantos y tantos equipos. Pero alAtlético le espera otro deporte y otro equipo: El Hapoel. Los “Diablos Rojos” (menuda comparación odiosa) juegan en el Bloomfield Stadium y terminaron segundos el torneo local por detrás del Hapoel Kiryat Shmona, rival hoy del Athletic Club. ¿Hablar más sobre el Hapoel? Engañaría un servidor si dice que sabe algo del Hapoel y mentiría vilmente si dice que ha visto un partido del conjunto israelí.
Por su parte, el Atlético se presenta en Tel Aviv con varias bajas importantes debido a las rotaciones. Falcao, Gabi, Filipe, Arda y Gabi ni siquiera han viajado a la tierra de Abraham por lo comprimido del calendario y el amplio margen de error que tiene un grupo tan fácil como el del Atleti. Aún así existe un precedente muy cercano en la historia rojiblanca. La visita aSalónica tras vencer la primera Europa League fue un desastre para el Atleti que perdió por 1-0 ante el flojo Aris.
Con tantas bajas, se espera que llegue el turno a jugadores con pocas oportunidades hasta el momento como Emre, Raúl García, Silvio o Cata Díaz. Destacar también el prácticamente seguro debut de Domingo Cisma ocupando el perfil izquierdo de la defensa del Atlético. En la portería, todo apunta a que Sergio Asenjo ocupará la titularidad dando descanso a Courtois.
En la parcela ofensiva Simeone se encomienda a Adrián, en muy baja forma, y a Diego Costa,pletórico tras su exhibición ante el Rayo. El brasileño tras encandilar al Calderón espera completar otra brava actuación para seguir contando con muchos minutos en esta fase de la temporada. Mientras, el asturiano, espera encontrar esa poderosa zancada que perdió en un punto indeterminado del Reino Unido durante los Juegos Olímpicos.
Avisó el Cholo en la previa de que no quiere relajaciones, para ello repetirá hasta la saciedad sus diez mandamientos, o el mismo repetido por diez. Intensidad y más intensidad. Pero es inevitable pensar en que el duelo es un David contra Goliat. Bien es verdad que el Atlético no ha traído a su temido y felino Sansón colombiano, y que el Hapoel no debería inquietar mucho la muralla de Jericó planteada por Simeone, pero torres más altas han caído, como la de Babel.
Alejandro Briega
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