Yo me acuerdo cuando perdimos cinco a tres con
la lepra en el Parque después de ir ganando dos a cero, cuando se vendió el
Colorado Bertoldi, que todavía se estará gastando la guita, y te juro que yo
por una semana no me pude levantar de la cama porque no me atrevía a ir a la
escuela para no bancarme la cargada de los lepra. Los pibes son muy hijos de
puta para la cargada, son muy crueles. ¿No viste cómo descuartizan bichos, que
agarran una langosta y le sacan todas las patas? Son unos hijos de puta los
pibes en ese sentido. Y lo que decía el Colorado era verdad. Ahora todo el
mundo habla de la deuda externa, y bueno, hermano, eso era algo así como lo de
la deuda externa, que por la cagada de cuatro reverendos hijos de puta que
empeñaron el país, la tenemos que pagar todos y los hijos y los hijos de
nuestros hijos. Y si estaba en nosotros hacer algo para que eso no pasara,
había que hacerlo, mi querido. Además, como decía el Colorado, ya no era el
problema de la cargada de los pendejos ñubelistas, está también el fato del
exitismo. Los pibes ven que gana un equipo y se hacen hinchas de ese equipo,
son así, casquivanos. Son hinchas del campeón. Entonces, ponele que hubiese
ganado Ñubel y... ¡a la mierda! ... de ahí en más todos los pibes se hacían de
Ñubel, ponele la firma. Y no te vale de nada llevarlos a la cancha,
conversarlos, hablarles del Gitano Juárez o el Flaco Menotti, ni comprarles la
camiseta de Central apenas nacen. No te vale de nada. Los pendejos ven que sale
River campeón y son de River. Son así. Y en ese momento no era como ahora que,
mal que mal, vos los llevás al Gigante y los pibes se caen de culo. Entonces,
cuando van al chiquero del Parque, por mejor equipo que pueda tener Ñul, los
pibes piensan "Yo no puedo ser hincha de esta villa miseria" y se
hacen de Central. Porque todo entra por los ojos y vos ves que ahora los pibes
por ahí ni siquiera han visto jugar a Central o a Ñul y ya se hacen hinchas de
Central por el estadio. Es otra época, los pendejos son más materialistas, yo
no sé si es la televisión o qué, pero la cosa es que se van de boca con los
edificios.
Entonces la cosa estaba clara, había que
secuestrar al viejo Casale, o si no aguantarse que quince, veinte años después,
hoy, por ejemplo, la ciudad estuviese llena de leprosos nacidos después de ese
partido, y esto hoy, ¿sabés lo que sería? Beirut sería un poroto al lado de
esto, hermano, te juro.
El que organizó la "Operación
Eichmann", como la llamamos, fue el Colorado. La llamamos así porque ese
general alemán, el torturador, que se chorearon de acá una vez los judíos
¿viste? y lo nuestro era más o menos lo mismo. El Colorado es un tipo muy
cerebral, que le carbura muy bien el bocho y él organizó todo. El Colorado ya
no estaba para ese entonces en la O.C.A.L. La O.C.A.L., no sé si sabés, es una
organización de acá, de Rosario, que se llama así porque son iniciales,
O.C.A.L. "Organización Canalla Anti Lepra". Son un grupo de ñatos
como el Ku-Klux-Klan, más o menos, que se reúnen en reuniones secretas y no sé
si no van con capucha y todo a las reuniones, o si queman algún leproso vivo en
cada reunión. Mirá, yo no sé si es requisito indispensable ser hincha de
Central, pero seguro seguro, lo que tenés que hacer es odiar a los lepra. Tenés
que odiar más a los lepra que lo que querés a Central.
Roberto Fontanarrosa
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