En marzo de 2012, se cumplieron 110 años del nacimiento del Real Madrid. Como el español es de números redondos sui generis, hacía 10 por entonces del famoso Centenariazo. Esa final de Copa del Rey que dio con el traste de una celebración por todo lo alto en casa, como se celebran las cosas grandes. En aquella ocasión, el Deportivo de la Coruña alzaba la Copa al cielo dejando al madridismo pálido y boquiabierto. Cosa que hoy esperan repetir.
Los gallegos se presentan en el Bernabéu con el objetivo de los tres puntos para ellos, lo que pondrían a los blancos a una distancia de menos once sobre el Barcelona que venció al Sevilla en su duelo de ayer. Un mundo si tenemos en cuenta que aun estamos en septiembre. El Real Madrid llega de ganar al Rayo Vallecano en el partido al que Di María puso luz y de vapulear a su antojo, a un Millonarios que no fue lo que fue, vis a vis con las mafias aparte. A todas luces, se vislumbra la vuelta del doble pivote al centro del campo madridista con Khedira y Xabi Alonsoen la doble manija y un Luka Modric más adelantado. La punta del ataque estará dirigida porBenzema si no cambia nada, flanqueado por Di María y Ronaldo. Casi nada. Broncas en la sala de prensa aparte, Ramos volverá a ocupar el centro de la zaga. Quienes se quedan fuera por decisión técnica serán Coentrao (un seguro en el Nou Camp), Essien y Carvalho, con el queMourinho no cuenta en toda la temporada.
Sin Valerón y con Evaldo
La rumorología apunta a que Valerón, el jugador con más calidad a años luz de los de Oltra, estará de inicio en el banquillo. Titular será Evaldo, muy criticado durante en su estancia deportivista. Ayza Gámez ha sido el seleccionado para arbitrar el partido en el que, esperemos, no sea protagonista. Puntuar sería para el Depor un triunfo que llevar a su casillero aunque no subirá a las vitrinas, como hace 10 años. Para el Madrid, sin embargo, puede resultar igual que hace una década: dejar vacía de otro título la estantería.
Darío Novo
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