1 Ardillas,manifestaciones y cocaína

Estimado Anónimo:

Me alegra haber encontrado tu dirección. Tras mucho tiempo buscándola en todos estos modernos sistemas de archivo a través de Google Calendar o el Calendario de mi iPhone, di con ella en una antigua Moleskine emborronada, de tapa dura y con un marcapáginas más roto que sano. Parece que todo esto ha quedado algo antiguo y, tal adaptación a las nuevas tecnologías, ha apagado por completo nuestra búsqueda orientada a encontrar aquellas cosas que buscamos por perdidas: di con ella sí, pero tras revisar unos versos de Quevedo que ahora no vienen al caso, pero que a buen seguro servirán a lo largo de la misiva. O sea pura casualidad (para que veas, amigo, que algunas veces, aunque te daré la razón en que no siempre, la casualidad exige el mismo protagonismo que la premeditación).

Venía a hablarte pues de ardillas, de manifestaciones y de cocaína. Creo que a eso ahora se le llama la España plural a la que también denominó Ortega con su acierto habitual, la España invertebrada.

La semana pasada se habló bastante de un chófer, Juan Francisco Trujillo. Como estarás al día, supongo que no he de decirte que ha saltado a la palestra por gastar dinero de Eres en cocaína. Dinero este que le entregaba el conducido Francisco Javier Guerrero, un secretario de empleo de la Junta de Andalucía, que según parece más que conducido, es descarriado. Ha saltado a la palestra el chófer cainita con esta única moral que nos impone la España del 78: o tienes a bien decir la verdad implicando a otros y eres condenado por el delito o tiendes a callarte y eres condenado por encubrimiento. Lentejas, vamos. Ya sabes que mis aquiescentes opiniones sobre el empleo en el Sur de España son en ocasiones demasiado críticas, las encuestas no ayudan y como bien explicaba Reverte “rozan el subdesarrollo” en lo que a educación se refiere. La tiranía por supuesto no es del pueblo, con histórico escaso poder económico e industrial del que la imbricación autosuicida de gobiernos Chavistas les ha hundido aun más en el berenjenal del paro ahora que vienen mal dadas.

Autosuicida o no, el caso es que recogen frutos de lo que han votado. Y lo que han votado es Francisco Javier Guerrero quien, por esas extrañas razones que solo España conoce, decidió financiar las juergas de salve y perico a las que acostumbraba día sí y día también compartir con su chófer, palabra de origen francesa que viene a significar el que calienta, de hocico bastante caliente. La droga de la amistad y el palique contra los Eres. La farlopa frente la crisis de los parados. Total, si el dinero público no es de nadie ¿acaso el yeyo público sí?

Me gustaría también comentar contigo el tema de la manifestación de la Eta-legalizada en las calles de Bilbao hace ya –suena a ayer- una semana. Desconozco la convocatoria burocrática y todos esos pasos que hasta los etarras deben dar para salir a lanzar sus palabras llenas de “kas” recién descendidos del árbol de las nueces. Venían a pedir una reforma política penitenciaria. Como lo oyes amigo. A esto le podemos dar la doble visión: por un lado las concesiones del Gobierno han de ser el acercamiento de los presos o por el otro se ven tan cerca del maco que reclaman un jacuzzi por celda. El caso es que pudieron manifestarse, corear en un idioma que han tenido que aprender en academias y sacar pancartas con los lemas banales que luego nos leen tres encapuchados cada seis meses. Lo que no podremos negar es la condición de grandes eufemistas, lo que me dará para otra carta cuando halle motivo y momento.

Como buena progresía que place, se acercaron por allí los de siempre. Fermín Muguruza, que es un Lluis Llach pasado de speed, Martxelo Otamendi, a quien denominarle como periodista es como denominar como pintor a Adolf Hitler y, como no, Willy Toledo, de quien decía una Twittera que de estar Guillermo en contra de la matanza de las ballenas “ella estaría de acuerdo con que las mataran lanzando osos panda en catapulta”. Nunca le he encontrado base alguna al pensamiento de los amantes del tiro en la nuca/ora hombres de paz. Si bien es cierto que la resumida intelectualidad que les apoya, puede restarles, más aun, la poca carga ideológica que le quedara al asunto y si es que las soflamas de Arana sacadas de 1900 tengan hoy lectores o si los tuviere, comprensores del pensamiento de Sabino. Tal que los bufones de la corte Fermín, Martxelo y Willy, para los que te rescato los versos prometidos de Quevedo:

Letrado de las sardinas

no atiendo sino a bogar,

graduado por la cárcel,

maldita universidad.

En fin amigo, así anda la España invertebrada. Con lo que hemos pasado de Sevilla a Bilbao como pasaba la ardilla hispana de árbol en árbol. Aunque ahora, la adaptación y el momento nos hacen ver que la ardilla puede cruzar España saltando de tonto en tonto.

Un abrazo.

Darío Novo