Antonio Abad, egipcio de nacimiento, era hijo de acomodados campesinos. Después de pasar una feliz infancia en el seno de su familia, se quedó huérfano con unos 18-20 años, haciéndose cargo de su casa y de su hermana pequeña. Desde ese momento, y en menos de seis meses, vendió su herencia y la entregó a los pobres, dejando una pequeña parte para la educación de su hermana. A partir de ahí, Antonio Abad (Antón), comienza una nueva y austera vida, en la que siempre destacó por su especial atención con los animales y las plantas, y por su total dedicación a promover la fe católica. Así, Antonio Abad adquirió la costumbre de bendecir a los animales y a las plantas, puesto que consideraba que el hombre debía vivir siempre en sintonía con el medio natural.
Tras su muerte en el año 356, San Antonio Abad fue invocado como protector de los animales domésticos por los franciscanos. De hecho, los antiguos le tenían muchísima fe para que alejara de sus campos las pestes que atacaban a los animales, lo cual era fundamental para su subsistencia. Por eso, ello solía representarse siempre con la figura del cerdo, el perro y el gallo, los animales que abundaban entre aquella gente. Tan fuerte ha sido este arraigo, que, con el paso del tiempo, se extendió la costumbre entre los campesinos de engordar entre todos cada año a un cerdo y el día de San Antón, el 17 de enero, matarlo y repartirlo entre los pobres.
A día de hoy, esta curiosa y bonita tradición, sigue presente entre nosotros. Cada 17 de enero, la madrileña calle de Hortaleza rebosa de gente acompañada de todo tipo de mascotas para recibir la bendición en la Iglesia que lleva el nombre del Santo. De hecho, en algunos pueblos de la sierra de Madrid es donde se conserva la tradición más purista. En localidades como Aldea del Fresno, Serranillos del Valle o San Lorenzo de El Escorial, la fiesta de San Antón se celebra íntegramente, con la celebración de la Misa, la bendición de los animales, el sorteo de los cerdos, y un tradicional vino español amenizado con todo tipo de actividades lúdicas y gastronómicas en torno a los animales. Hoy es el día de ésos que siempre nos acompañan, de los que siempre nos reciben en casa: Feliz Día de San Antón.
Luis F.V.
Procesión de San Antón, 17 de enero de 1947, San Lorenzo de El Escorial |
El beso al Santo, 17 de enero de 1967, San Lorenzo de El Escorial |
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