La usurpación
inconsciente ha sido la causa por la cual la prensa del progreso viene
alabando la mezcolanza de la dupla Xavi-Casillas.
Casillas
tiene un traje de bolsillos “enormes, profundos e insondables” al contrario que
los camareros de Casino, que contaba Camba.
-Mientras tanto, esto es, mientras la supresión de los bolsillos no se
extienda de los empleados a los clientes, la cosa nunca podrá tener el valor
del ensayo social.
¡Quiá! Social, la
palabra elegida por la España plural, que toma forma, como si no, en la
catalanidad del de Fuentealbilla.
-Ambos […] son un
ejemplo de juego limpio admirado por todos. Juntos han mostrado una actitud
conciliadora que ha limado las tradicionales diferencias entre jugadores y
aficiones.
Dice la página web de
los Premios Príncipe de Asturias, ahora que los Príncipes de Asturias son un
Nobel en pequeñito.
Repárese en el admirado
por todos. Ese plural totalitario, embaucador, social, tanto o más, que el
tiqui-taca que tan bien representa Xavi…e
Iker. Y de ahí la España plural.
Claro ejemplo de ello el del Romeo de la Carbonero
que por no mojarse dejó en la estacada a un portugués, no sabemos bien si por
ser portugués o por ser de su equipo del que algún día alguien (o algo) nombró
capitán vitalicio.
Total que si la
izquierda política impera en el monopolio cultural de la creación de pobres
para el posterior reparto de chalecos salvavidas en forma de libros de la Etxebarria, la izquierda futbolera
impera en la creación de ídolos cainitas para el reparto de chalecos salvavidas
en forma de Premios Príncipe de Asturias.
-Se pasan la vida en el
balcón haciendo labores de fantasía. Y esos trajes para los pobres, horribles,
sí, pero muy útiles en estos tiempos tremendos de socialismo.
Y en ello andan.
Darío Novo
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