El plante de Rajoy
Tan sensata, esa decisión última del Gobierno, la de anteponer los intereses de España a los de la candidata electoral de la CDU por Berlín, ha causado la preceptiva conmoción entre los nuevos polpotistas del laissez faire. Esos muy devotos prosélitos del sucedáneo laico de la Divina Providencia que responde por integrismo de mercado. Así, los comunistas decían obedecer no a voluntad personal alguna, sino a las leyes objetivas de la Historia. Y con sus genuinos albaceas intelectuales ocurre lo mismo. De ahí el mantra doctrinario mil veces repetido: si los seres humanos no se dedicaran a entorpecer y cuestionar la sabiduría inmarcesible del Mercado, todos seríamos felices y comeríamos perdices.
Frente al liberalismo atemperado que atiende, sobre todo, a las circunstancias de la realidad, ha surgido, pues, una especie de "liberalismo científico", auténtico alter ego del difunto "socialismo científico" de Marx y Engels. Por eso, se oye decir "que quiebren Grecia, los bancos y el Estado" con la misma alegría inconsciente con que se grita un ¡Viva Cartagena! Aunque nada nuevo bajo el sol: también Pol Pot postulaba el cuánto peor, mejor. Las ideologías, siempre cegando a sus esclavos. En 2012, España e Italia habrán de emitir bonos por valor de unos 320.000 millones de euros. Si Grecia suspendiese pagos, nadie los compraría. La hecatombe final de nuestro país. Y la quiebra cierta de nuestros bancos: de cada tres títulos de deuda emitidos por el siguiente en la lista, la República de Portugal, dos moran ahora mismo en sus balances.[...]
José García Domínguez/Libertad Digital
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