La Kakistocracia
Con esa medrosa doblez moral tan marca de la casa, la Unión Europea "toma nota de la clara victoria de Putin […] pero ha identificado deficiencias e irregularidades en el proceso electoral". Acuse recibo, pues, la zorra de que debe obrar con mayor discreción en futuras excursiones al gallinero. Quizá pensando en Berlusconi y su serrallo multimedia, un discípulo de Norberto Bobbio acuñó en su día el término kakistocracia, que viene a significar el gobierno de los peores. Una perversión abyecta de los sistemas clásicos de poder cuyo genuino modelo, sin embargo, se encarna en la Rusia de Putin y su fiel escudero Medvédev.
Así, advertía Polibio, el historiador griego, que la monarquía degenera en tiranía; la aristocracia, en oligarquía de los privilegiados; y la república, en zafio griterío de demagogos. Él propugnaba, es sabido, un híbrido con lo mejor de los tres regímenes. No se le pasó por la cabeza que igual podían refundirse apelando a lo más vil y rastrero de cada uno de ellos. He ahí la kakistocracia postsoviética, muy precisa combinación a partes iguales de oligarquía, tiranía y demagogia cuya malencarada guinda escénica responde Vladimir Putin. Una dictadura tan apenas encubierta como popular. Tras Yeltsin, aquel simpático borrachín cleptómano, otra vez la Rusia militarista, autoritaria y eslavófila. La eterna.[...]
José García Domínguez
Libertad Digital
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