0 Atlético de Madrid 3-Besiktas 1: bálsamo europeo

Parecía que se había diluido el llamado efecto Simeone tras los últimos partidos, pero anoche de nuevo el Atlético se encontró con la victoria. Por parte de los locales eran baja Diego, Arda y Tiago, mientras que los turcos llegaban inmersos en una racha de resultados negativos. Resultados que servidor se explicó desde el momento en que saltó al campo su lateral izquierdo titular, que ciertamente tenía pinta de todo menos de deportista profesional. Durante el transcurso de los primeros minutos, Adrián y Gabi vieron las facilidades que podían encontrar por este carril, al que se sumaron Juanfran y Salvio.

Llegadas continuas de los madrileños, que a los veinte minutos ya habían tenido tres ocasiones claras de gol. El Besiktas, en una imagen parecida a la que dio el Lazio en Roma, esperaba agazapado atrás, mientras la sombra de lo que fue Quaresma algún día y Simao se desesperaban en las bandas. En el minuto 24, en una de las innumerables entradas por el flanco derecho atlético, Salvio batió al portero. Sin embargo, al igual que en Roma, parecía que el resultado no le valía al Atlético, y sí al rival, por lo que el partido siguió por el mismo camino hasta el descanso. Adrián, Gabi y Juanfran asociándose con paredes, los centrales turcos volcados en la defensa de Falcao, y Salvio con mucho espacio libre arriba. En una de éstas, y después de errar dos oportunidades clarísimas, el argentino resolvió un mano a mano frente al portero con una vaselina genial. 2-0 al marcador, minuto 28, y el protagonista de la tarde, Salvio, que seguía intercalando goles y grandes controles de balón con acciones y errores incomprensibles. Más de lo mismo, el Atleti rápido, ambicioso y vertical, y los turcos a verlas venir. No tardaron en aparecer más llegadas con peligro capitaneadas por Adrián, y en una de ellas el asturiano se destapó con un auténtico golazo (3-0). Además, fue un gol que le define bien. Una velocidad increíble de conducción, tanto que a veces parece que es más rápido con balón que sin él, pero con la portería rival como última opción. Después de varios quiebros, por fin se decidió a tirar a puerta, y entró tras tocar el larguero.

Como era de esperar, tras el descanso, la propia inercia del partido hizo que los turcos intentaran algo en la segunda parte. Aparte de la sustitución del mencionado lateral izquierdo en la propia caseta, la relajación del Atlético contribuyó a que el partido navegara entre el tedio y algún sustito para Courtois. En el minuto 53, Simao, que recibió una gran ovación en su vuelta al Calderón, empalmó a la escuadra un rechace en el pico del área. Otro golazo, 3-1. De ahí en adelante, la entrada de Pizzi le dio algo de aire a los del Cholo, pero en general el partido no tenía ya mucha historia, salvo el debut del canterano Saúl. Sin duda, en momentos como el de ahora, no le hubiera venido nada mal al Atlético la presencia de Diego Costa, como ya demostró el año pasado en la segunda vuelta. Con ese 3-1 se llegó al final, no sin antes tener que pedir la ahora por los arreones finales a balón parado de un Besiktas inferior. En definitiva, eliminatoria encarrilada para los españoles, que necesitarán de la pronta recuperación de Diego y Arda de cara a cotas mayores en una competición con muy buena pinta.

Luis F.V.