Las agujas en el pajar de este lunes son los barcelonistas a quienes el Twitter les ha hecho más fácil localizar. Los viejos tiempos pasados no existen y los piques subidos de Azpilicueta, escupijtajo en la cara y hostias en el bar de abajo, ahora se solucionan con un bloqueo en la red en la que cabe el pensamiento de la izquierda española, apenas 140 caracteres. Las redes estallaban anoche y A 10 se convertía en Trending Topic que es como hablar en la corrala del fulano que se subió la del quinto el sábado por la noche.
Fue el día del reencuentro del Bernabéu con Cristiano y por extensión con Mou. El abrazo cómplice de la remontada al que quiso arrimarse el público como un padre que se siente orgulloso de su hijo natural porque el bastardo –en este caso el Osasuna- hace tiempo que allanó el camino permitiendo al favorito echar la pota tras un botellón de licor de Mercadona. Sin rechistar. A 10 puntos ha sido suficiente para abandonar a su suerte todo lo anterior, ya no hay eliminación copera, Mourinho ya no se va, y es que la del fútbol es una memoria frágil, histórica.
Y eso que la noche empezó fría en el estadio con calefacción. De eso se encargó el Levante con la entrega de Koné, quien no quiso ser secundario del Sevilla para ser principal en el equipo levantino. Nada nos pilla de nuevo a quienes hemos visto y sufrido a un equipo de Konés durante una primera vuelta al amparo de un entrenador que nadie quería, que demostró en Santander el espíritu del “A mí Sabino, que los arrollo” chocando una y otra vez con el poste y con Toño, que era un tercer poste hasta la increíble capacidad rojiblanca de hacer crecer héroes taurinos en plazas de vaquillas y bombero torero.
Empezó fría por la muletilla que decía la semana pasada “el Madrid juega mejor perdiendo”. Y es que en España cada uno es su propio juez y quien no lo es se aproxima a Garzón, pero desde luego debajo de cada culo se asienta un ferviente entrenador. Cristiano dedicó al Bernabéu una remontada que le rindió pleitesía e hizo pensar para próximas ocasiones que el tifo de pipas es una probabilidad fehaciente. El corte de pelo de Mou ha sido de último mohicano y el corte de goles de Higuaín –un delantero suplente estupendo, pero suplente- ha sido de Último tango en París, ahora que el piperío tiene un nuevo peluche.
Javier Clemente, el eterno seleccionador que no pasó de cuartos, sin embargo no tiene problema en hablar de moralidad que para algo es vasco y no sólo tienen su propio cráneo sino su propia moralidad, a lo que le responde Fitzgerald.
“Cuando sientas deseos de criticar a alguien” -fueron sus palabras- “recuerda que no todo el mundo ha tenido las mismas oportunidades que tú tuviste.”
Desaprovechadas claro. Como la oportunidad de Simeone de encaramarse a Champions o la de Guardiola de seguir optando a tres competiciones.
Darío Novo
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