El Fútbol Club Barcelona salvó los muebles sobre la campana en el Vicente Calderón, el conjunto blaugrana muy superior en la primera parte, rescató una victoria que se antojaba muy difícil, gracias a un genio llamado Leo Messi y a la inestimable ayuda de Pérez Lasa. Obviar la pillería y genialidad del argentino sería tan absurdo como obviar los errores gravísimos, siempre favorables al Barcelona, que cometió el colegiado vasco. Más allá de los errores específicos, la labor del colegiado siempre dejó ese tufillo a eterna complacencia con el equipo catalán, quizás sea demasiado pronto para la LFP dar por cerrada una Liga carente de interés y competitividad a finales de febrero. Otro de los damnificados por la jornada de ayer fue Simeone, regaló la primera parte reculando de forma grotesca ante un Barcelona que entra como cuchillo en mantequilla ante defensas retrasadas, pero, rectificó en el segundo acto y el equipo tuteó al conjunto catalán. Ayer Simeone debió aprender una lección básica en el fútbol, la valentía siempre tiene más posibilidad de ser premiada que la cobardía.
El primer acto fue un monólogo absoluto culé, el Atlético se aculó de manera inconcebible, dejó la iniciativa del juego al Barcelona que acabó con Alves y Abidal actuando prácticamente como extremos. Pudo adelantar Xavi al Barcelona en el primer minuto, pero su disparo se fue lamiendo el palo. Seguía amasando balón el Barcelona con Fábregas y Xavi muy participativos, mientras el Atlético no tenía plan, se limitaba a cerrar espacios y a improvisar con el balón, ¿el resultado? ni una posesión colchonera más larga de 20 segundos durante los primeros 25 minutos. Sin embargo pudo anotar Falcao tras fallo de Valdés en la salida por alto. No lo aprovechó el Atlético que rápidamente volvía a la cueva.
Pasaban los minutos y el Calderón percibía el miedo del Atlético, la Caldera acostumbrada a vibrar en los partidos contra el Barcelona, se mostraba silenciosa y resignada ante el previsible desenlace.
Anotó Messi tras asistencia de Alexis, pero su primera pillería de la jornada fue cazada por Pérez Lasa, mano clara, gol anulado y tarjeta para el de Rosario. Lo volvió a intentar Xavi de falta directa, pero se encontró con el mejor Courtois. No se iba a resistir más el gol, una conducción rapidísima de Messi de derecha a izquierda encontró a Fábregas que al primer toque asistió a Dani Alves en boca de gol. 0-1, minuto 36, el Barcelona encontraba el camino, el Atlético era todo dudas, o se reinventaba, o estaba condenado a tirar la toalla.
Pareció desperezarse tras el gol el Atlético, la tuvo Falcao, pero Mascherano rascando abajo y Valdés muy atento desbarataron la ocasión. Lástima no hablar de Arda, Koke o Tiago en toda la primera parte, pero estos se limitaron a ver el balón sobrevolar sus cabezas como cazadores buscando pichones. Era el plan.
La segunda parte comenzó vibrante, encontró el gol Falcao tras saque de córner. Despejó mal Busquets y anotó Falcao en el segundo palo. Rugía el Tigre junto al Calderón, el Atleti estaba en el partido. Tras el gol, el Atlético olió sangre y se lanzó descaradamente a la batalla, apoyados en unos inmensos Adrián y Falcao, el conjunto colchonero comenzó a arrinconar al Barcelona. En ese justo momento apareció Pérez Lasa, inesperado como sibilino, el vasco inició un festival de decisiones favorables al Barcelona. Señaló dos fueras de juego a Falcao y Adrián no sólo inexistentes, sino flagrantemente injustos. Tan sospechoso, tan incomprensible. Volviendo al partido, el intercambio de golpes fue equitativo, Alexis la tuvo de cabeza después de que Courtois se quedara sujetando el larguero. La devolvió el Atlético con Falcao a lo Juan Palomo, yo salto, yo fajo y yo genero la ocasión pero, apareció Víctor Valdés. Se esperaba mucho del colombiano ayer y no defraudó, volveremos al eterno debate de los 40 millones, pero es un delantero gigantesco, se mire por donde se mire. Lucha, abre espacios, genera ocasiones y con un poco más de suerte, encontrará muchas más veces puerta. Bien es verdad que el colombiano es mucho más jugador con Adrián a su lado, ayer el asturiano hizo un partido de bandera apareciendo por todo el frente de ataque, intuyo que Del Bosque no volvió a ver el partido, porque seguir "olvidándose" del asturiano en cada convocatoria es un signo de estar más atento a los sudokus que al fútbol.
Antes de la aparición del genio, otro gol por mano fue anulado al Barcelona, esta vez Alexis se ayudó en el control del balón. Guardiola tocó arrebato sacando a Pedro e Isaac Cuenca, los minutos pasaban y el Barcelona se alejaba aún más del imparable Real Madrid de Mourinho. Pero, todo genio tiene su lámpara y mientras al fútbol se juegue con balón, Messi podrá fabricar lo que quiera. Aprovechó un despiste infantil de la defensa rojiblanca para colocar una falta en la escuadra. Se volvía a adelantar el Barcelona y esta vez parecía definitiva. El gol fue un mazazo para equipo y grada, pero al Atlético aún le quedaron fuerzas para volver a intentarlo. Pudieron hacerlo Juanfran y Gabi, pero volvió a aparecer Valdés para salvar dos puntos. Antes de acabar el partido, Pérez Lasa dio un nuevo espaldarazo al Barcelona obviando un penalty del sospechoso habitual Busquets (recordemos el penalty del clásico copero) por mano clara. No lo señaló el vasco y acabó el partido.
Venció el Barcelona agarrándose a lo que queda de Liga, cayó derrotado muy dignamente el Atlético. El equipo rojiblanco se fue aplaudido y coreado por el respetable, lo que se puede interpretar como un mensaje al Cholo, se puede perder, pero caer con el planteamiento de la primera parte es indigno para un equipo como el Atlético. Marchó Pérez Lasa insultado por el público, tan tranquilo como consciente de que "hizo lo que debía".
El resultado de la batalla de ayer es negativo para el Atlético, el trascendental partido de Nervión se lo pierden Falcao y Godín. En Sevilla será la próxima cita, ante un enemigo íntimo, el renacido Sevilla Fútbol Club de Míchel espera al Atlético el sábado a las 22.00. Agarrénse, pues vienen curvas.
A.Briega
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