lunes, 14 de noviembre de 2011

0 "¡Ámalo, no te queda otra opción!"

Él me dijo que yo entendía mucho:

Yo buscaba mi más pesada carga
y me encontró.

Además, entendí:

Ya no soportas más
tu heroico destino
¡Ámalo, no te queda otra opción!

Y también:

La calma salva.
Quien no tiene nada que hacer
una nada le da qué hacer.

Asimismo:

La soledad
no me incomoda:madura...
Y para ello deberás tener el sol por amigo.

Además:

Tu corrías demasiado aprisa:
ahora, que estás tan cansado,
te alcanza la felicidad.

Friedrich Nietzsche
Mi melancólica alegría: cartas de la madre de Nietzsche a Franz e Ida Overbreck

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