Ni al Rayo ni a su
afición. Se notaba un ambiente raro en Vallecas antes del pitido inicial. El
estadio se encontraba medio vacío de nuevo, fondo sin Bukaneros en modo de
protesta y sólo murmullos en la grada. Los únicos gritos más o menos unánimes
fueron los de siempre contra su presidente de "¡Presa, vete ya!" y los desgraciados cánticos de
"¡A segunda, oe!" a unos jugadores y unos aficionados venidos de
Pamplona que se portaron como señores animando a su equipo desde el principio a
final del partido, cosa que no hizo la afición local. Aquí se empezó a fraguar
la derrota o, por lo menos, un mal resultado del equipo vallecano, ya que los
franjirrojos necesitan el aliento de su afición para sacar esto adelante.
Aún así, el Rayo salió a mostrar lo mejor de sí mismo. A
los 6 minutos llegó el primer acercamiento con peligro y el primer gol. Delibasic consiguió cabecear al fondo
de la portería un gran centro de Lass
tras una gran jugada personal del guineano. Ahí, el Rayo desapareció. Un córner
fenomenal botado por Cejudo, lo
cabeceó con potencia Raoul Loe para
poner el empate un minuto después en el marcador. El Rayo continúo desaparecido
y Gálvez no era el de otros días. En
una jugada visitante, éste se descoordinó con Arbilla en la marca y al final Rubén
envió a córner una internada de Miguel De
las Cuevas. En ese córner llegó el gol del ex-rayista Alejandro Arribas, que
lo celebró a medias y pidió perdón después a la afición de la que había sido su
casa los últimos años. El Osasuna se ponía por delante y, como las malas
noticias nunca vienen solas, Lass se
lesionó en una falta y tuvo que abandonar el terreno de juego. La poca chispa
que podía tener el Rayo, la iba a perder, ya que el africano parecía el único
con ganas de correr ayer.
El resto del primer tiempo fue un continuum de posesión rayista, sin llegar a crear casi ningún tipo
de peligro, con pérdidas inútiles de balón y excesivo juego con el portero. La
afición se desquiciaba porque el Rayo estuvo media hora jugando a mantener la
posesión sin buscar apenas el área rival y Rubén
fue de los hombres que más toco el balón en esa posesión. Empezaron a sonar los
pitos en la grada, algunos entendieron que no era suficiente con no animar,
sino que también había que descalificar de esa manera a su propio equipo. Con
el 1-2 y el cabreo de Jémez y del
Estadio de Vallecas el colegiado indicó el camino de los vestuarios.
En el segundo tiempo al Rayo se le notó más metido en el
partido. Desde el primer minuto estuvo buscando la portería de Andrés Fernández, tocando y jugando al
fútbol como sabe y bastante más vertical que en el primer tiempo. Juntar a Trashorras con el Chori Domínguez en una
misma jugada significa FÚTBOL (fueron los dos únicos que demostraron algo más
que los demás). A los diez minutos salió de sus botas el gol del empate. Fue el
gallego quien puso un estupendo balón en profundidad al argentino, que sirvió
un pase de la muerte a Piti que
remató a gol, desde casi el área pequeña y sin oposición, la magnífica jugada
de dos peloteros con mucha clase. La afición, que ya se había venido arriba,
volvió a ser la de otros días, animando, alentando a su jugadores y siendo uno
más en el campo...hasta la mitad del segundo tiempo.
A partir de ahí, el Osasuna dio el empate por bueno y
comenzó a perder tiempo de una forma quizás exagerada, lo que no gustaba a
nadie ( y el fruto de los cánticos de "¡A segunda, oe!" de cuatro tontos que parece que no saben lo
que ha sufrido Vallecas). El Rayo lo seguía intentando pero iba perdiendo
fuerzas y el cansancio comenzaba a hacer mella en sus piernas. Por lo que, aunque
a regañadientes, también iba haciéndose a la idea de que no se podía sacar más
de un punto.
En definitiva, partido malo de los locales, de todo el Rayo desde la afición hasta Piti y Delibasic, que se pasaron más tiempo (sobre todo en la primera
parte) levantando los brazos y quejándose al árbitro y a sus propios compañeros
que corriendo detrás del esférico y jugando al fútbol. Aunque si alguno se
mereció ganar fueron ellos. Al Rayo le quedan cinco partidos y, si quiere
seguir soñando con Europa, tiene que reencontrarse con su mejor fútbol y salir
de este bache (3 partidos sin ganar) para poder llegar a Europa. Eso sí, con el
punto de ayer, la permanencia, la primera meta rayista, ya está matemáticamente
conseguida. Ese punto es el que Osasuna hizo valioso con su juego y es el que
le sigue acercando poco a poco a la salvación, aunque deberá ganar aún un par
de partidos si quiere respirar a gusto y conseguir sin muchos apuros su
objetivo, quedarse en Primera.
Rayo Vallecano-> Rubén, Arbilla (Tito, min.77)
Gálvez (Adrián, min.46), Figueras, Casado, J.Fuego, Trashorras, Chori, Lass
(José Carlos, min.19), Piti y Delibasic
Osasuna -> Andrés Fernández, Damia (Lolo,
min.64), Flaño, Arribas, Nano, Cejudo, Silva, Loé, Timor (Puñal, min.75), De
las Cuevas (Masoud, min.59) y Nino.
1 - 0, min.6, Delibasic.
1 - 1, min.8, Raoul Loe.
1 - 2,
min.13, Arribas.
2 - 2, min,
57, Piti.
Ayza Gámez (C. valenciano). Amonestó a Timor (min.22) y Lolo (min.73) en Osasuna; y a Delibasic
(min.86) en el Rayo.
Toni López
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