El Real Madrid sigue sin mostrar una mejoría notable en su
juego, pero si dejó ver un ligero cambio de actitud respecto a muchos de sus
partidos en liga, y es que en la Copa del Rey parece que la cosa funciona
distinta. Tramos del partido, momentos, jugadas, actitudes de jugadores que
muestran como las esperanzas en esta competición siguen intactas y que existe
una ambición por ganarla. Todo ello, claro está, dentro del mal momento que
vive el equipo ahora.
Mourinho preparó el partido como suele hacer con las
eliminatorias de mayor exigencia, quizá en otro momento ésta no lo hubiera sido
pero en la situación actual era obligado, corriendo los menos riesgos posibles
en casa y yendo a por todas fuera de ella, sobretodo cuando la ida es en el
Bernabéu. Y la alineación de según que jugadores no es del todo buen guía de
esto, más bien va en función de la responsabilidad y motivación que se le de a
cada uno en su momento.
Volvía Marcelo a la titularidad, Essien en lugar de Arbeloa
y de nuevo Alonso-Khedira-Modric en el medio. Ernesto Valverde llegaba con la idea de hacer un papel
similar al del Valencia en la primera jornada de liga, aguantar, hacer un gol,
crearle problemas al Madrid, generarle dudas de cara a Mestalla y, si era
posible, tomar el mando del partido por un rato.
El Txingurri logró
todo menos anotar. Y eso que se vio obligado a variar su esquema viendo como el
Madrid podría tener problemas en determinadas zonas. Hecho que viene siendo
común últimamente en los rivales blancos.Tampoco quería el entrenador vasco correr demasiados
riesgos. Salir de inicio con un sistema valiente puede ser rápidamente
penalizado, sería demasiado subestimar. Uno de sus aciertos fue alinear a Parejo solo y por detrás
de Banega y Tino.
Salía un Madrid envalentonado y con la vuelta de un
Cristiano en comunión con el Santiago Bernabéu. El centro del campo blanco sin
apuros aparentes y controlando. El Valencia estuvo los diez primeros minutos a expensas.
Claro lo vio Valverde, la misión era incomodar a Xabi. Decidió juntar más la
pareja Banega-Tino Costa con Parejo para igualar el duelo, tan arriba apenas
provocaban nada. Para no restarle posibilidades a un buen Ever, también retrasó
la posición de Jonas, a la línea de Piatti, que estuvo genial. Trataba de juntar
más al equipo por dentro y equilibrar con las subidas de Guardado y Joao
Pereira en ambas bandas.
El Madrid comenzaba a incomodarse, el equipo debía dar un
paso atrás. Parejo cada vez encontraba más sentido a sus jugadas y a Ever se le
encendían las bombillas. Gran labor de Pablo Piatti, que estuvo en todas las
jugadas, total libertad para aparecer en cualquier zona de tres cuartos. El
sacrificio fue para Jonas que debía rondar la espalda de Xabi buscando su
pérdida de marca. El Valencia lograba asociarse en campo la mitad blanca del
campo y finalizaba jugadas con muchos efectivos. La superioridad llegaba con
las intervenciones de los laterales. Si bien es cierto, el Valencia apenas
estaba contando con ocasiones claras, Soldado estaba aún sin encontrar su
hueco. La labor de Carvalho volvía a hacerse notar de nuevo.
Al hilo de Ricardo, y cuando mejor estaba el Valencia, un
balón suyo inició la jugada que finalmente entre Essien, que mezcla buenas con
regulares intervenciones, Özil y Benzema lograron que el francés la metiese para
dentro. El porcentaje de acierto del Real en contraataque es lo que menos ha
bajado.
Khedira tuvo otro partido más en el que su omnipresencia es
de infravalorar, y ahora le tocaba a él hacer sufrir a Parejo. El centro del
campo valencianista no era capaz de aguantar ese planteamiento ni siquiera una
hora. Mourinho dio entra a Di María por Modric y después a Higuaín
por Benzema.
Al fin se vieron cosas interesantes en Di María, volvía a
arrastrar rivales y asociarse, y apenas perdió balones. Queda mejorar su
posicionamiento y recuperar su dribling
diferencial. El Madrid se sentía de nuevo más cómodo, con circulaciones
seguras de balón y Özil haciendo daño por dentro. El 2-0 llegó tras varias
jugadas de dominio blanco. Coentrao centra desde la izquierda y en un error,
Guardado se mete el balón en propia meta con ayuda de Higuaín.
Valverde cambió a Tino y Ever por Gago, haciendo de eje, y
Valdéz. Parejo al interior y a seguir la tónica de antes. Logró inquietar unas
cuantas veces más al Madrid, pero será la suerte o el buen hacer blanco, el
Valencia debe remontar dos goles frente a un Madrid presumiblemente más atrevido.
Y es que, la copa es otra historia.
Alberto Fernández
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