La confesión de Lance
Página 15
de 365
Confesar que Armstrong se dopó supone, a
estas alturas, confesar que el inicio de todo fue un Big Bang. Consumada la
evidencia , chivatazo de Oprah aparte, deberemos de ver la confesión de Armstrong
como un perdón tan peculiar como interesado por el americano. Lo es por la
sencilla razón de que de confesar lo confesado de motu propio daría con los
huesos en prisión al caer en perjurio. Dicho lo cual y a pesar del daño causado
al ciclismo por él y por todos sus compañeros (“lo que es igual no es ventaja”) no se puede matizar al Armstrong
persona con el Armstrong ciclista. Y en eso Lance sigue siendo el
número uno.
Darío Novo y A. Briega
0 comentarios:
Publicar un comentario