jueves, 1 de marzo de 2012

0 El porqué de los porqués

Si hay un error ortográfico común actualmente, sin duda se debe a la confusión que existe entre los diferentes “porqués”. Diremos que son cuatro, y, sobre todo, dos de ellos suelen crear dudas a la hora de utilizaros correctamente. A saber:
- Por qué. Preposición y pronombre interrogativo (separado y acentuado). Éste suele utilizarse bien. Eso sí, conviene recordar que, para que una frase sea interrogativa, no es necesario que lleve los signos de interrogación. Es decir, la frase ¿Por qué no has venido? es interrogativa, pero también lo es No entiendo por qué no has venido al final. Aunque esta última no lleve interrogaciones, no por ello deja de ser interrogativa, el sentido de la frase está claro, es una pregunta.
- Porque. Conjunción (junto y sin acentuar). Al igual que en el caso anterior, la práctica de esta conjunción no suele crear problemas. Digamos que es la respuesta a lo antes visto: No fui porque no me invitaron.
- Porqué. Sustantivo (junto y acentuado). Llegados a este punto, entramos en la materia que conlleva más fallos gramaticales, incluso en los textos de las firmas más prestigiosas. Y es que, no estamos ante una pregunta o conjunción, sino un sustantivo, un nombre que podríamos considerar sinónimo de los términos “razón” o “motivo”. Así las cosas, podríamos decir: No entiendo el porqué de que no hayas venido al final (No entiendo el motivo de que no hayas venido al final). Respecto al primer caso que veíamos, el interrogativo, la diferencia es que éste, al ser un sustantivo, siempre lo encontraremos con un determinante delante, en este caso “el”. De igual forma puede utilizarse en plural: El entrenador sabrá los porqués de que me haya dejado fuera de la convocatoria. Esta misma frase podía leerse mal escrita en un periódico de tirada nacional la semana pasada.
- Por que. Preposición y pronombre (separado y sin acentuar). El cuarto caso es el menos utilizado, y por ello también el menos conocido. Se trata de una preposición o pronombre que podríamos sustituir por “por el (la) que”, o “por la (lo) cual”. Ejemplificamos: La razón por que no fui ayer es que no me invitaron. La razón por (la) que no fui ayer es que no me invitaron. La razón por la cual no fui ayer es que no me invitaron.
Una vez que hemos visto los cuatro tipos que hay, sólo nos queda utilizarlos cuando proceda dentro de la riqueza de nuestro idioma. Admira tu tierra, conserva tu lengua.
Luis F.V.

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