Arranca la Vuelta a España 2011 con más favoritos que nunca y sin ninguno claro. Seis finales en alto, una sola contrarreloj y 46 puertos de montaña marcarán la carrera.
No sabemos si los directivos de Unipublic habrán leído a Twain pero aplicaron a la perfección su máxima:”Cada vez que se encuentre usted del lado de la mayoría, es tiempo de hacer una pausa y reflexionar”. Y reflexionaron. Y la cosa cambió y vaya si lo hizo. Aburridos de carreras de tres semanas donde la primera era un tedio para los aficionados y una sobrecarga para los ciclistas, la organización tomó un nuevo concepto de innovadores recorridos. Huían así de las tópicas etapas por encima de los 200 kilómetros , las contrarrelojes del sábado antes del final y en fin, todo ese modelo importado de Giro y Tour, que aun mantienen italianos y franceses. La cosa cuajó. Éste año la vuelta no arrancará en Sevilla, ni tampoco lo hará fuera de nuestras fronteras. El destino será una contrarreloj por equipos en Benidorm, cuna del turismo español y ya abarrotado de por sí, que dará ese calor a la Vuelta que, junto al calendario y prestigio, es lo único que pueden envidiar los galos. Ya saben, quien no tiene un vecino en Benidorm veraneando es que no tiene vecinos.
Una Vuelta abierta.
Todo parte desde ese desconocimiento tan magnífico de la ausencia de un claro favorito, de dos posibles ganadores o de un podio premeditado sin tener muy claro el orden. Se abre pues un abanico de posibilidades reales para los que siempre estuvieron ahí, en un segundo plano y es que la medianía siempre abundó más que la excelencia. Tendremos así descartados del último Tour por caídas, valga la redundancia, (Wiggins, Brajkovic,Kloeden). Habrá posibilidad para apuntar no tan nuevas promesas que destacaron en el Giro de Italia (Scarponi) o todos aquellos que prometieron y quedaron en agua de borrajas. Antiguos campeones (Nibali, Menchov) Y espacio para los héroes locales. Algunos de ellos han pisado podio en la ronda española y se han subido a lo más alto con el Arco del Triunfo como fondo (Carlos Sastre) o aquellos a los que llevamos tiempo deseando verlos vencer (Igor Antón, “Purito” Rodríguez). Habrá carrera. La ausencia de estrellas sólo impedirá colocar otro nuevo autógrafo de gran nombre en el corcho de la oficina.
Finales inéditos y duras rampas.
Así las cosas y empezando en costa, tendremos una primera semana de esas de relax, pero menos. El martes llegará el primer final en alto y avisará de lo que se viene encima. Uno de los finales inéditos llegará en la octava etapa en las rampas de San Lorenzo de El Escorial que pondrán en jaque a los mecánicos y los piñones: rampas del 24% para el primer aviso. Y después lo demás. La contrarreloj de Salamanca, los Lagos de Somiedo, el siempre apetecible Angliru y la vuelta de la Vuelta (por fin) a las tierras vascas tras años de bochornosa ausencia. Lo que no cambiará será el paseo triunfal de Madrid de la Castellana. Ese baile de masas al que se llegará desde el circuito Jarama y en donde todos desean hacerse la foto de rojo, con peluches y escoltados por bellas hembras. Recibirán a sus manos un trofeo de diseño de Aghata Ruiz de la Prada en lo que no se sabe si es una recreación del logotipo de Frigo o un corazón, cosas de las modernidades. Se soñará entonces con el momento de empezar a crear una nueva carrera del próximo año de la que se rumorea, viajará hasta las Canarias. De momento es turno de la Vuelta 2011 en la que se espera emoción y sobre todo mucha aventura. Puro Twain.
@Dario_Novo
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