Aun siendo crítico con los horarios, uno agradece el fútbol el domingo por la mañana. Es un recuerdo un tanto proustiano por aquello de comer magdalenas viendo Canal+. Ahora como la crisis obliga no hay Canal+ o el sucedáneo que de él hayan dejado y tampoco transistores por el avance que sustituye las pilas por el litio. Total que de Proust no queda más que el símil y acaba por convertirse en una cantinela radiofónica de los niños de San Ildefonso pero con goles y canastas.
Mou no acaba de parecerse a un niño de San Ildefonso aunque en el Bernabeu la santificación es cosa de tiempo y retiro florentiniano. Así el portugués sería más un doctor House, con ese carácter crítico que enamora compañeros y arregla a las víctimas aun a costa de destrozarlas.
-“Entiendo que le importe, así que esta vez en lugar de placebos, le daremos medicinas”.
Despachó así a Mel, que llegó a Madrid a ganar y se fue goleado. Las inyecciones han tomado forma en los pases de Cristiano y el medicamento son los chirlos de Higuaín que los marca de tres en tres. Defendían ayer, que en caso de que Cristiano no fuera generoso marcaría 50 en vez de 40 y uno, sin ánimo de crear discusiones en parroquia que no es la suya, provocó la algarabía al indicar que “si Cristiano fuera generoso tal vez el Madrid ganara Champios y Ligas en vez de la Copa del Rey” Y es que, si cientos de seguidores churchilianos de la educación pública y el todo gratis pueden manifestarse ¿acaso no puedo hacerlo yo?
-“Todo el mundo miente”, que habría indicado el doctor Mou, cuyas ruedas de prensa han pasado a ser como el paddock de Red Bull y no descartamos rubias con cava y caviar como sustituto a Karanka en venideros triunfos. El martes sin ir más lejos.
Si Mourinho es House, Manzano es la doctora Cuddy: es cuestión de tiempo pero se la acabará follando. Las alucinaciones de un equipo enfermo y sin gol son más notorias en las caras de unos pacientes que de otros. Mario Suarez, por ejemplo, ha perdido cualquier esperanza vital y desde esa posición pesimista nos hace al resto de la familia perder los nervios, la paciencia y la vida. En otro símil más usado y desgastado que la nariz de Belén Esteban, podríamos recurrir a la añoranza del Pupas. El equipo mejoró con la entrada de Adrián que tuvo menos acierto de cara a puerta que el pateador de Gales y Pizzi, que tuvo un par de detalles a tener en cuenta como trucos para el Fifa 2012. Reyes debió de ser atendido con oxígeno porque desgaste mental tuvo, siempre tuvo, poco. Vamos que el equipo que prometía rememorar tiempos del 12-1 lleva 0 goles en 5 partidos de los que tres son empates, claro, sin goles. O sea, más coñazo que esperar en un hospital.
Así las cosas, las magdalenas del fin de semana han sido las evocaciones de cada fin de semana: que si Red Bull vuelve a ganar el Mundial de constructores, que si Vettel se impone de nuevo, que si otra remontada de Márquez para guardar en video y darle una colleja cuando nos crucemos con él en la piscina de bolas, que si gente paseando a la vez por Sol a fin de que los vecinos tengan que hacer el viernes una compra similar al carrito de The Road, ya que sabes cuándo empiezan estas cosas pero no cuando terminan ¿Y el Barça, me diréis? Pues con Messi, Iniesta y Xavi, llevan 5 años siendo las mismas magdalenas que para dolor de alguno no existe aire que las endurezca.Van En busca del tiempo perdido. Puro Proust.
Darío Novo
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