miércoles, 26 de octubre de 2011

0 ¿A qué huele el periodismo?


[...] A juicio de uno hay dos tipos de periodistas: los que publican y los que no tienen dónde publicar, y por tanto disponen de tiempo para darle vueltas a esa carencia hasta que llegan a esta conclusión: sin su aporte deontológico, la sociedad camina hacia el abismo. Son los teóricos del periodismo, que petan esas 35 facultades del ramo que actualmente están abiertas en España con el objetivo de ponerles a los chavales los dientes largos evocando a Woodward y a Bernstein, sin tener la decencia de desesperanzarles al mismo tiempo con imágenes de un casting de Vasile o una semblanza de Barroso Arriola, porque para alguno de estos tres acabarán trabajando, si es que acaban trabajando.
Vasile es alumno aventajado de Maurizio Carlotti, paradigma de italianidad brillante y marrullera, maoísta descabalgado por el Damasco del capitalismo espídico del share, capaz de suscitar empatía y polémica con una misma frase que pronunciará siempre un poco más alto que los demás. Ayer se le encabritaban los plumillas más postineros por enumerar una serie de verdades tan irrefutables como melancólicas: que un periodista en tareas de gestión empresarial garantiza la ruina; que el negocio televisivo propende por naturaleza a la fusión; que eso no es malo para el pluralismo, porque una misma cesta puede tener huevos rojos, azules y amarillos; que sin rentabilidad no hay periodismo que valga. Lucía Méndez David Trueba trataban de refutarle ponderando el sagrado derecho del pueblo a la información libre y de calidad, como si a la mayoría de los españoles les importaran la libertad y la calidad, y a la minoría se le ocurriera buscarlas en los medios dominantes. Ustedes disculpen mi escepticismo, pero yo no soy orador, como dicen los oradores, y sólo persigo que ustedes se sonrían con mi folio, no que se edifiquen. No me acostumbro a que el periodismo, como la izquierda, –y sostengo que todo periodista lleva una cigarra progre dentro, y alguno la lleva por fuera, que diría Jabois– naciera para derrocar el despotismo ilustrado y sin embargo a la que te descuidas se obstine en emularlo, pero encima sin lustre neoclásico.
Urbaneja reconoció que “hay mucho purista dando lecciones que luego en su empresa es un sectario”. Bieito Rubido habló poco, pero dijo que de la universidad no salen periodistas sino licenciados en Periodismo, mediterráneo que no está mal descubrir de vez en cuando ahora que arrecia el cloqueo del lobby GTI: Gallinas Tituladas contra el Intrusismo. “Parecemos aduaneros: oiga, reponga las fronteras que me quedo sin curro”, acertó a metaforizarMiguel Ángel Aguilar antes de aplicarse al lanzamiento de pellizcos de clarisa al culete de Pedro J.
[...] Por eso me gustó la intervención de la Schlichting, que se olvidó de opositar al sanedrín de la preceptiva para cantar la verdad del barquero: “Yo cobraba en ABC como becaria lo que cobra ahora un colega con ocho años en ejercicio”. [...]
Jorge Bustos/ La Gaceta
Ver el blog de Jorge Bustos, ¡A los molinos!

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

No queda sino batirse Copyright © 2011 - |- Template created by O Pregador - |- Powered by Blogger Templates