Victoria importantísima la que consiguió el Atlético de Madrid en Zaragoza, balsámica y necesaria para un equipo que acabó con una racha de cuatro derrotas seguidas, amenazando con empujar al abismo a un equipo roto. Huelga decir que el Zaragoza no es un equipo planeado para altos vuelos, con una de las tres peores plantillas de Primera División y tras ver lo que ofreció ayer, presentó con firmeza su candidatura al descenso. Del Atlético de Madrid cabe destacar la titularidad de Koke que realizó un buen partido y la vuelta al once titular de Domínguez con buena actuación también, lo que nos confirma que los viajes de Pitarch a la cálida Brasil, podían ser sustituidos por unas excursiones a la geografía madrileña, donde aunque el Director "Deportivo" no lo crea, hay talento.
El inicio del partido fue fulgurante, el Atlético comprendió que para un equipo con urgencias, lo mejor que puede pasar es ponerte en ventaja cuanto antes, y si eso no es posible, poner una marcha más para evitar sustos parecidos a los sufridos en la cancha del Levante y Hércules.
La primera ocasión fue para Reyes, con un disparo que tocó en Contini y a punto estuvo de envenenarse marchando a córner el esférico, a la salida del corner a punto estuvo Raúl García de rematar a gol desde el área pequeña. Todo esto en los primeros dos minutos de partido con el Zaragoza aún en el túnel de vestuarios.
El partido siguió en la tónica de dominio rojiblanco, pronto apareció el Kun, con un mano a mano que no supo resolver tras un buen pase al hueco de Reyes, mientras el Zaragoza sin nada que ofrecer en ataque, se convierte día si y día también en un equipo rocoso y ordenado defensivamente, rozando e incluso superando algunas veces la delgada línea del orden a la dureza innecesaria personalizada en los nombres de Ponzio y Contini. Para arruinar aún más la poca producción ofensiva maña estaba Agüero, ejecutor de rápidas contras lanzadas por Forlán, que ayer adoptó un papel bastante más adecuado a su condición física, y un Reyes maravilloso en el pase, excesivo en la conducción. Fruto de esas rápidas contras, llegó una nueva ocasión para los madrileños, esta vez Agüero pecó de individualismo y no pudo batir a Leo Franco por bajo, cuando tenía a Reyes en una posición inmejorable.
Pasaban los minutos y el partido no cambiaba, Gabi en el 25 sacó bajo palos un remate de cabeza de Tiago, que con el pasar de los partidos se confirma que vive en una pretemporada eterna, con una velocidad menos que sus compañeros. Llegados a la media hora del partido, el Zaragoza sacó las orejas, un potente disparo de Gabi tras jugada personal lamió la escuadra y de paso recordó al Atlético que ante una superioridad manifiesta en el juego, era un delito no tener una superioridad holgada en el marcador. El Atleti devolvió el golpe con una ocasión franca para Agüero tras una genial combinación con Koke, que no Kokinho como le gustaría a Suso, otra vez el Kun se encontró con un buen Leo Franco en el uno contra uno. Tras esta ocasión, en el córner siguiente, un lío tremendo en el área casi acaba en gol, pero otra vez Leo Franco estuvo rápido abortando la chance de gol.
Con este lío se acabó el primer tiempo, un primer tiempo agradable del Atlético, preocupante para el Zaragoza que seguía rezando para que Agüero no estuviera fino en la segunda mitad.
La segunda parte se inició con una novedad táctica en el Zaragoza, a la postre beneficiosa para el equipo maño, salía Nico Bertolo por Sinama, igual de mal delantero en Aragón, como en Madrid o Lisboa, vamos, que lo suyo no es que le tenga manía el entrenador de turno, es muy malo y punto. Decíamos que Bertolo daba una nueva imagen al ataque zaragozano y pronto se notó, una lucha de Bertolo en el área culminó con un buen disparo de Braulio que De Gea repelió con facilidad. Primera actuación destacable para De Gea, minuto 48 del segundo acto, ergo el Zaragoza no es la Brasil del 70.
Después de estos minutos de tanteo y cierta discusión al dominio visitante, Agüero volvió a dejar las cosas claras, una internada endemoniada suya, concluyó con un peligroso disparo de Reyes que no tiene ojos en la nuca y no vio a un Raúl García solo en la frontal. Tras comprobar que con Agüero la vida sigue igual, tocó comprobar que la defensa atlética no ha cambiado, un esperpéntico barullo a la salida de un córner, a punto estuvo de acabar en gol si Jarosik hubiera estado mas atento. Susto para el Atleti y aviso para Agüero, había que marcar la diferencia inmediatamente.
Y vaya si lo hizo el pequeño argentino, recibió un pase lateral de Forlán, prejubiló a Ponzio con una finta y batió a Leo Franco de tiro cruzado. 0-1, minuto 65 y una certeza, Agüero proporciona la tranquilidad necesaria para un equipo que amenazaba con convertir la esquizofrenia en su rutina.
Después del gol, el Atlético buscó la sentencia, Forlán se reactivó, Agüero recibió un golpe indigno de Ponzio, Koke recibió el aplauso merecido y llegados al final del partido...aiva Vilorio, que mareo. Primero Uche tras gran jugada personal remató con violencia al larguero, posteriormente Bertolo emuló a su compañero con idéntico resultado. Resulta curioso ver que los dos mejores jugadores maños partieron desde el banquillo, cosas de Aguirre, no se les olvide, aquí también las vivimos.
Con un susto propio del Atlético de Madrid se llegó al final del partido, tres puntos importantísimos, tanto en lo moral como en lo matemático y la visita de un neo-rival enconado el sábado, el Sevilla, en una situación idéntica a la del Atlético. Partido de urgencias y de emociones, todo un Atlético-Sevilla.
A.Briega
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