Noviembre,1957
Querido Emilio:
Contra los consejos médicos que aún no lo
consideraban prudente, me he venido.
No debo aún ver a nadie ni quiero que se me vea
hasta que esté un poco más potable. Creo que pueda ser cosa de cinco o seis
días. A la primera persona que deseo ver y abrazar es a ti. ¡Qué maravilla de
ser humano eres! Me he alegrad de todo; leí lo de Barcelona. Cualquier cosa
llámame por teléfono. Si no en cuanto humanamente pueda, te veré. Me falla el
pulso. Me he quedado como un Gironella cualquiera.
Emilio Romero
Los papeles reservados de Emilio Romero, 1985
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