Veni, Vidi, Vici”. Dicha sentencia, atribuida a Julio César sobre su campaña en las Galias, se puede aplicar al combinado francés hoy en Donetsk. El equipo galo se sobrepuso a los elementos -al contrario que Felipe II y su armada-, al empuje local y a la falta de pegada en la primera parte. Después, en una segunda parte más abierta, dos goles de Ménez y Cabaye certificaron una victoria trabajada. No fue fácil para Francia, Ucrania empujó con todo lo que tenía y puso en aprietos a los galos hasta que se rompió el partido. Con este triunfo los “bleus” presentan su candidatura al título.
Llovía y llovía en Donetsk. Tanto arreciaba en el Donbass Arena que el terreno de juego durante los primeros minutos se convirtió en la piscina de Poseidón. Ante tal despliegue de rayos, vientos huracanados y chuzos de punta, sumado a las ganas de jarana del público, por un momento el partido pareció jugarse en el cálido Caribe. Con medio estadio chapoteando y los jugadores bailando bajo la lluvia al más puro estilo Gene Kelly, el colegiado tuvo que suspender el partido. Se pospondría una hora el encuentro cuando apenas se llevaban 4 minutos de partido.
Se presentaba Francia en Donetsk con una novedad que dejaba a las claras las intenciones de Blanc. Dejó en el banquillo al veterano Malouda, más apto para batallas menos exigentes que una Euro, por el excepcional talento de Ménez. Por su parte, en Ucrania nada cambiaba. La ortodoxia ucraniana se encomendaba a su San Nicolás particular: Andrey Shevchenko.
Después de unos primeros minutos de tanteo, con los equipos todavía temerosos de tener que sacar los manguitos de la maleta, comenzaba Francia a manejar el ritmo del partido. Y manejaba el ritmo del partido porque Francia tiene un jugador maravilloso en la sala de máquinas como es Cabaye. El del Newcastle mira, piensa y golpea, casi siempre con acierto.
Mientras Francia comenzaba a mostrar las cartas, Ucrania correteaba en todos los frentes, más empuje que calidad, más voluntad que realidad, pero se agradece un esfuerzo así en un equipo tan limitado. No fue hasta el minuto 25 cuando se sucedió la primera ocasión de peligro. Yarmolenko mandaba a la parte externa de la red un fuerte disparo con pierna izquierda.
Despertó la primera ocasión ucraniana a Francia con una batería de ocasiones para los galos protagonizadas por Ménez, en su versión más errática cara a gol, y Méxes, que encontraron al mejorPyatov. Ucrania por su parte la tuvo con Shevchenko, el malabarista del fuera de juego hizo de las suyas, pero se topó con Hugo Lloris.
Con tablas merecidas se llegó al descanso. Francia guardaba su repertorio de golpes en la recámara para dar el knock out en cualquier momento, Ucrania se conformaba en mantener alta la guardia y pasear alguna vez por las inmediaciones de Lloris. No era mal botín para la marea amarilla el punto.
El segundo acto comenzó al toque de corneta. Como si de una caballería napoleónica se tratara, Francia arrasó a Ucrania en apenas 10 minutos. Pasó por la guillotina a los locales porque es mejor y porque quiere ser una de las candidatas al título. Primero Ménez con la zurda. Luego Cabaye tras asistencia del “general” Benzemá, acabaron con la resistencia ucraniana. Fue bonito mientras duró, pero la lírica del gol estaba reservada para Francia.
Después de la lluvia de goles, una tormenta de desidia llegó al Donbass Arena. Francia controló el partido a su antojo. Ni Konoplyanka, ni Shevchenko conectaron, y los ucranianos se dieron cuenta de que el ejército del General Benzemá era un muro imposible de acceder. Blanc había trasladado Normandía, y sus playas de Omaha o Utah, a la estepa ucraniana.
Batalla pérdida pero no la guerra. La oportunidad para resarcirse será ante la Pérfida Albión, debilitada por las bajas de varios mariscales con más batallas en sus piernas que Wellington.
Por su parte, Francia sacó músculo durante 10 minutos para intimidar a Ucrania, y de paso a Europa. Bien, era un sparring para los blindados franceses, pero no hubieran sido los primeros que varaban en el fango ucraniano.
Las próximas citas serán ante Suecia para Francia, y ante Inglaterra para Ucrania. No hay nada pérdido, ni nada ganado, el fútbol como la guerra, es largo y desmemoriado.
A.Briega
0 comentarios:
Publicar un comentario