Podemos recordar la final del 84 o el penalty de Raúl. Sin embargo, también podemos recordar los 7 Roland Garros de Nadal, los 5 Tours consecutivos del último corredor que los ganó sin prejuicios y postjuicios de dopaje, de Contador, de Pereiro. Podemos acordarnos de cuando nos volcaban los camiones o de cuando no fueron del todo legítimos con ayudas policiales. Hoy España dicen, se enfrenta a su bestia negra aquella que, llegado el momento y hecho un breve repaso histórico reciente, solo nos ha ganado al fútbol. Solo. Hemos de reparar en la vena chauvinista del deporte que se quitó un peso de encima y que decidió atemorizar al mundo. Porque de acuerdo, Francia es peligrosa, pero no es la Francia de Zidane.
Nunca sabremos nada sobre el partido del Suecia-Francia. Si Francia quiso a España y decidió jugar a jugar. Lo cierto es que se enfrentan naciones y las televisiones se frotan las manos: se esperan unos datos de share hoy muy parejos a la final de Holanda. Será el primer viaje dentro de la Eurocopa de la España de Del Bosque tras jugar toda la clasificatoria en Gdansk. Se cambia de país y será el espectacular estadio de Donetsk el marco ideal del encuentro. Las miradas de las alineaciones de las que una vez más no se sabe nada, están puestas en Pedro, el culé que gano una Copa y un pasaporte a Varsovia, eliminando el doble pivote. Del Bosque tiene claro no repetir alineación y las miradas críticas -nueves aparte- se centran en Arbeloa por agravio comparativo de la gran Eurocopa realizada por el otro lateral, Jordi Alba. Su sustituto natural es Juanfran. El rojiblanco ha renacido con Simeone y su llegada puede ser letal para la zaga francesa.
El fantasma de los penaltis.
Siempre nos quedará Casillas llegado el desempate de los 11 metros. Una posibilidad que no se oculta y que, italianos mediante, ya fue uno de los pilares de asentamiento de la Euro 2008. Las bazas francesas están puestas en Benzemá y Ribéry custodiadas por un excelente equipo trabajado, del estilo de Blanc a quien no le importa tener el balón en los pies ni que lo tengan los contrarios. Debuchy y Clichy, laterales derecho e izquierdo, son unos dos pulmones de largo recorrido, indiscutibles y sobre los que llegarán las ocasiones francesas. Las españolas, serán detenidas o no por Hugo Lloris, uno de los porteros más en forma del mundo e indiscutible en la selección del gallo.
Llegado el momento del silbido inicial, podríamos acordarnos también de darnos motivos y guiones para esos guiñoles franceses que tienen tan poca gracia como clase. Y es que por qué vamos a acordarnos del penalti de Raúl hace años pudiéndonos acordar de que Karim Benzemá aún no se ha estrenado.
Darío Novo
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