Hay determinados momentos en la vida en los que una persona puede sentirse poderosa, con la capacidad de conseguir objetivos y no temer a nada ni a nadie. Este era el Atleti que desembarcaba ayer en Sants, un equipo espoleado por Radamel Falcao y una cuadrilla de subalternos de finas maneras y buen temple. Ese equipo, con una confianza terrible, creyó poder plantar cara a un Barcelona ciertamente dubitativo tras empatar a 2 en San Sebastián y Valencia. Todo esto se ha venido abajo a las 24.00 del sábado, el Atlético salió corneado, por quinto año consecutivo,del Nou Camp.
Mencion aparte merece Gregorio Manzano, apoderado de la cuadrilla y aquejado de un agudo ataque de entrenador. Presentarse en Barcelona con una defensa formada por el desconcertante Perea, el debutante Miranda, el frío Godín y el expediente X (o Antonio López) es como sacar al Bombero Torero para enfrentarse a los Vitorinos, pero si encima a este desaguisado le añades un medio campo timorato, espeso, sin capacidad de creación, con Mario Suárez y su eterna sensación de candidez, Tiago más presto a batallas con balas de fogueo y Gabi que se desinfla por momentos, el resultado es ver un partido antológico, uno más, del gran Xavi Hernández y si Xavi funciona, el Barça se gusta...
Y vaya si se gustó, después de un susto rojiblanco con un disparo de Tiago a la madera, Xavi conectó con Villa que tras fallo de Perea en el salto, regatea a Miranda y consigue batir a Courtois tras un fuerte disparo. Minuto 9, 1-0, tranquilidad blaugrana y aterrizaje forzoso del Atlético desde las nubes.
No le pareció suficiente al Barcelona ponerse en ventaja pronto, rumiando el 1-0 y tras fallo de Godín gracias a una asfixiante presión de Pedro, el canario consiguió conectar con Xavi, el cual sacó de su muleta futbolística lo más parecido a una verónica, suave y efectiva, asistiendo de nuevo al luchador Pedro que tras fajar con Godín y Courtois tuvo la fortuna de que Miranda pasara por ahí y chocara con el balón. 2-0, minuto 15 y el problema endogámico del Atleti no desaparece: Hay demasiados jugadores que "pasan por ahí"
Con 2-0 el partido se acabó a todos los efectos, sólo quedaban dos dudas, la primera era saber cuántas ganas tenía el Barça de machacar al rival, la segunda, cuánto tardaría Leo Messi en aparecer...Bueno, pues 10 minutos después del 2-0, Messi decidió aparecer, vaya si apareció, tras recoger el esférico en banda derecha consigue zafarse de dos defensores con una facilidad abismal, para después de romper a Godín con una finta magistral y acabar la faena con un disparo pegado al palo de Courtois. 3-0, minuto 26 y el Camp Nou rendido a su maestro, al maestro de maestros y referente del planeta fútbol.
Después del 3-0 el Barcelona pareció bajar varios nudos su velocidad crucero y limitarse a llegar al descanso. Mientras, el Atleti, como aquel toro que ha sido vapuleado por un vendaval de arte y torería se limitaba a achicarse en el burladero y desear una muerte digna y ante todo rápida. Con este panorama se llegó al descanso.
Tras el descanso Manzano reconoció su error, quitó al cada vez más desconectado Reyes y al sobrepasado Mario Suárez por Salvio y Arda. De nada sirvió este cambio salvo para comprobar que Arda es un gran jugador y Salvio un gran incomprendido, ninguno sabemos qué méritos ha hecho para jugar en el Atlético.
Antes de que Messi decidiera redondear su faena, Courtois confirmó que es un gran portero, Villa confirmó que si no estuviera en Barcelona se empezaría a hablar de una cierta cuesta abajo y Antonio López confirmó que sufriría físicamente en un solteros contra casados. Tras todo esto, llega el momento Messi.
Y lo merece el argentino porque es un jugador superlativo, capaz de desafiar a la imaginación y a los diseñadores de videojuegos, solo el es capaz de desafiar a la palabra límite.
El segundo muletazo del argentino fue eléctrico y elegante a la vez, se deshizo de Antonio López primeramente, posteriormente de Miranda al que no le dio tiempo ni de trabarle, y finalizó la tanda batiendo por bajo a Courtois tras dejar en el suelo a Godín y Perea. 4-0, minuto 78, Messi se siente contra el Atlético como José Tomás en la Monumental de la Ciudad Condal, un paseo triunfal y merecido.
Pero toda faena primorosa no podía cerrarse sin el hat trick correspondiente, casi al finalizar el partido, tras una gran pared con Villa, el argentino volvió a batir a Courtois tras un fuerte disparo. 5-0, se abrió la manita (no con tantas ganas como contra los vecinos del Atlético) y se cerró el partido.
Duro castigo para un Atlético que vuelve a la cruda realidad, pero no hay que olvidar, que este Barça es una oda al fútbol y a la efectividad. El próximo domingo visitará Madrid un viejo amigo, el Sevilla de Kanouté, dura piedra de toque para un equipo, que debe seguir luchando por Champions. Hay crédito de sobra.
Mientras, en Barcelona, mañana despedirán a la Monumental y los festejos taurinos pero no teman los aficionados al toreo en Barcelona. Siguen teniendo 10 fantásticos toreros y un maestro tocado por los dioses, que siga la fiesta y no acabe nunca.
A.Briega
Brutal cronica, enhorabuena.
ResponderEliminar