Galdós vuelve a Madrid, pero esta vez en Chamartín no está
Napoleón, sino Carmena. Alá es grande en Alemania y en Chamartín es grande
Carmena, a la que la partidocracia colocó en la Alcaldía, y cuyo concejal de
Urbanismo, un arquitecto que odia la Ley Hipotecaria y que una vez erigió una
quechua en la Puerta del Sol, ha dado carpetazo a la Operación Chamartín
mientras su jefe, Pablemos, que tiene en Podemos un “Pawn Stars”, atendía a
Garzón, que había acudido, el hombre, a empeñar la hoz y el martillo, más algún
cenicero de Carrillo y una réplica de la colcha roja de la momia de Lenin con
su caja de jeringas para las inyecciones, que será todo...