Atlético, madrileño y madrileñista
Página 132 de 365
Dice Ruiz Quintano que el concepto madrileñista lo acuñó Ramón
Mesonero Romanos creando un carácter paralelo al de don Homobono Quiñones. Luis
Aragonés es el Homobono Quiñones del Atlético de Madrid. Un atlético, madrileño
y madrileñista que deja pisar Madrid pero no su escudo.
-“Yo me siento, pero usted no pise ese escudo”
Le espetó a un cuarto trencilla que le mandó sentarse al
banquillo del Calderón como cuando un invitado manda sentarse a la mesa
cuando está en su propia casa.
El madrileñismo de Luis es de carácter fuerte y victorioso.
Él fue quien mandó a las mallas el gol ante el Bayern de Munich que hizo al
Atlético campeón de Europa hasta que Schwarzenbeck dijo que no y es posible que
en el sentido más orteguiano del término, las circunstancias marcaran el
destino de Luis. Pero el que decidió fue su carácter.
De ese modo Luis y el madrileñismo Atlético, somos de beber
Mahou, jugar timbas, comer entresijos y gallinejas y escuchar a Rosendo. El
Madrid del madrileñista no se encuentra sino que hay que ir a buscarlo y quien lo busque lo encontrará en “las sódidas casas de vecindad y en las tascas de trágico
ambiente”.
Por eso madrileño y atlético se puede nacer, pero
madrileñista se hace uno como se hace de un club exclusivista al que se accede con cervezas,
tapas y enfurruñado, escuchando las frases de Aragonés:
-“Han visto lo que les he explicado ¿Lo han entendido?
Preguntó ¿lo han entendido? ¿Sí? Pues esto,… golpeando la pizarra, esto… ¡no
vale para nada! ¡Lo que vale es que sois mejores y que estoy hasta los huevos
de perder con estos, de perder en este campo! Lo que vale es que sois el Atleti
de Madrid y hay 50000 dentro que van a morir por vosotros, hay que morir por
ellos, por la camiseta, por vuestro orgullo, hay que salir y decir en el campo
que solo hay un campeón y va de rojo y blanco.”
Darío Novo
0 comentarios:
Publicar un comentario