Gaspar Llamazares, desde la inmensa minoría, exigió el fin de la militarización de los cielos e invocó a Maquiavelo para decirle a Zapatero que está imitando mal al Príncipe. Fue una cita oportuna, ya que el florentino criticó a los que urdieron la sublevación de los ciompi, para después tratarlos como a ratas: "Guardaos de excitar", proclamó Maquiavelo, "a la sedición creyendo que la pararéis o dirigiréis a vuestro gusto". Claro que no se podía comparar a aquellos ciompi descalzos con los controladores forrados.
Raúl del Pozo, El ruido de la calle para El Mundo.
martes, 14 de diciembre de 2010
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