
Hemos forjado una historia de imborrables huellas con el esfuerzo y tesón que sólo el vencer merece. Fuimos inamovibles en la derrota, inconformistas con el empate, imperiosos en la victoria.
Hemos creído y creado un estilo único, grabado a sangre y fuego con hierros incandescentes en cada uno de los corazones que laten al mismo son en torno al escudo de las rayas rojiblancas.
Hemos sentido cada vicisitud de los combates en carne propia: cada golpe a nuestra camiseta nos hacía sangrar, amoratarnos y fuimos más y más fuertes. Los estigmas no nos hicieron tirar la toalla y escupimos el bucal para coger más aire.
Hemos nadado hasta la orilla...