En lo de hoy sólo hubo una cosa: y quedó el más valiente.
Porque está claro que Contador inició el ataque Purito nunca ganará una de estas, Valverde no tiene carisma y a Quintana le
quedan tantos años como días en París.
mandando emisarios pero estaban
todos tan dolidos, que no hubo verdad. Si creyéramos, aún, en esto del
ciclismo, diríamos que quedan dos días y que ojo. Pero somos pragmáticos.
El análisis ha de ser el siguiente: Froome se caía, sí. Pero
aún así se caía menos que nuestro
Alberto, al que le sacó minuto y pico. Alberto vino a este Tour diciendo que
no, que no era el suyo, y aún así ha hecho un papel dignísimo de todos los que
creemos en un corredor de verdad. Como Froome, que está mejor. La lucha se
dirime ahora por los que acompañarán al oro en París. Hay quien será futura
cúspide (Quintana). Hay quien nada más saldrá en la foto por días como el de
ayer (Joaquim).
Que no sepa esto a un desprestigio de nadie, sino a una honra a Joaquim o Nairo que pueden
dejar sin pódium a Alberto. Contador ha escrito con letras agridulces, unas de
las historias más bellas del ciclismo español: títulos, títulos, títulos.
Ganados desde la misma garra que Froome. A quien el año pasado privaron de
ganar su segundo Tour, con este. Ahora bien.
Dejo escrito, no como los que opinan, que todo es
sospechoso. Y lo es. Lo suele ser principalmente cuando ganan a los nuestros.
Me jode tanto que lo dejo escrito. Porque el ciclismo es muy perseguido y
porque, desde que el Tour se prostituyó, es muy importante quedar segundo.
Pero creamos en la limpieza del deporte. En Indurain o
Perico. En Óscar Pereiro, que destinaba el 10% del sueldo a la lucha antidoping
y que nunca se sentó con un tramposo. No porque nos ganen son tramposos. Quizá
sean mejores y hay que empezar a entenderlo. Como lo entendió Canal + Francia
cuando empezó a hacernos los guiñoles.
Darío Novo
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