Victoria importantísima la conseguida por el Atlético en Anoeta, un partido que se había puesto cuesta arriba muy pronto pero que gracias a un imperial Sergio Agüero ha conseguido remontar y acabar por fín con el gafe en el coliseo guipuzcoano.
Como el partido ha sido una auténtica locura, vamos a separar las dos fases principales del partido. La primera en la que la Real ha pasado por encima del Atlético y la segunda en la que los madrileños han sabido llevar el partido a donde le interesaba.
Vayamos por la primera fase...Y el análisis no puede empezar más que con un palo al Atlético, palo que es reiterado, porque no puede pasar otra vez más lo que antes había sucedido en Villarreal, Sevilla y Bernabéu, conceder entre 20 y 30 minutos a un equipo de primera división puede ser sinónimo de una masacre, de la que hoy se ha librado.
El inicio del partido fue un monólogo realista, que apabulló al Atleti debido a una tremenda intensidad y a unas intenciones de ganar que en el once colchonero ni se vislumbraban. Este dominio se tradujo en un 1-0 rapidísimo, minuto 11, entre Llorente y sobretodo Ujfalusi transformaron un centro envenenado del joven Griezmann (ojo a este chico). La empanada colchonera tenía su merecido, desventaja en el marcador y un panorama más que desolador ante sí. El gol no cambió ni un ápice la tónica del partido, la Real dirigida por un excelente Xabi Prieto y lanzada por Zurutuza y Griezmann seguía acorralando al Atlético en su área, provocando un torrente de ocasiones malogradas por Llorente.
Si ésta fue la primera fase del partido, mediado el primer tiempo comenzó a cocerse la segunda fase del choque. El Atlético comenzó a combinar el balón, de manera muy espesa todavía, este dominio en la posesión se tradujo en llegadas peligrosas al área de Bravo, que hasta el momento ni se le había visto en pantalla. A pesar del dominio territorial, el Atlético no encontraba la manera de perforar la defensa donostiarra, debido sobretodo a que la creación de fútbol con un Tiago en un estado de forma deleznable y un Reyes errático era nula. Sin embargo, aunque el cambio de tendencia en el partido no se manifestó en el marcador, los jugadores se fueron al descanso con sensaciones muy dispares, los vascos con la sensación de que habían dejado vivo a un Atleti que les iba a hacer sufrir en el segundo acto y los colchoneros con el sentimiento de que peor no se podía hacer y que de ese desastre habían salido relativamente airosos.
Comenzado el segundo tiempo, comenzada la segunda fase, el Atlético acudió al toque de corneta y se lanzó en tumba abierta a voltear el partido, la Real mientras, aguardaba temblorosa en su campo esperando a que los 45 minutos no se le hicieran excesivamente largos, como a la postre sucedió.
Pero para llegar a la remontada el Atleti sufrió mucho, lo intentó de todas las formas, multiplicó sus esfuerzos con Agüero decidido a no dar ninguna concesión a la Real, con Reyes recordando que sin él no hay creación, ni imaginación y con Forlán intentando deshacer el atasco creado por la inoperancia de Tiago y Mario. Pasaban los minutos y el Atleti comenzaba a desesperarse, parecía que la Real empezaba a ver la luz al final del tunel y los 3 puntos que parecían estar en entredicho estaban mas cerca de quedarse en San Sebastián.
Éstas sensaciones se destrozaron de un plumazo en una jugada polémica en las 2 áreas, un barullo en el área grande del Atlético finalizó con unas manos rigurosas de Tiago, reclamaban penalty los donostiarras sin reparar en que el esférico lo conducía Reyes, sinónimo de peligro, que envió un espectacular balón aéreo a la espalda de la zaga donostiarra que no desmereció el Kun, pinchando el balón primero, destrozando en velocidad al central vasco en segundo lugar y finalizando con una pefecta asistencia de gol a Forlán. 1-1 partido igualado, enfado donostiarra y alivio atlético.
El partido con el empate inevitablemente entró en una fase alocada, y ahí reina el Atlético, es su territorio, que domina como nadie convirtiéndolo en su hábitat natural.
El segundo tanto llegó 8 minutos después, Forlán realiza un eslalon magnífico en el área grande y abre a banda a Ujfalusi que enmendó la plana del primer gol asistiendo a Agüero, que en fuera de juego, remacha a placer. 1-2, remontada culminada y aún mas indignación realista.
Con la Real aturdida, tras ver como en 8 minutos alocados el partido se le había escapado, llegó el tercero de los madrileños, tres minutos mas tarde del 1-2, una volea de Raúl García fue recogida por Forlán que no consiguió batir a Bravo, que dejó el rechace en bandeja al Kun que cerraba su espectacular segunda parte.
Llegados al 1-3 el partido parecía cerrado, pero amigos, "This is Atleti", una inexplicable acción de Simao en su área, intentando regatear a su sombra y lo que es peor a 3 jugadores de la Real acabó con una perdida de balón en la frontal del área grande, aprovechada por Diego Rivas que se sacó de la manga un espectacular zurdazo, aún mas inexplicable que lo de Simao, que se coló por la escuadra de un inédito De Gea en la segunda parte. 2-3 y a sufrir se ha dicho, y así fue, aunque no se concretó en ninguna ocasión clara de gol, la Real metió miedo y aparecieron los viejos fantasmas rojiblancos.
Pero el descuento se desarrolló sin sobresaltos y para poner punto final al vibrante choque, Reyes dejó su sello. Una jugada personal espectacular acabó con un derribo de Mikel González. Penalty clamoroso que enchufó Simao. Con el gol se acabó el partido, 2-4 para un Atlético que sobrevivió a un naufragio que hubiera dejado tocado al equipo madrileño.
La próxima cita del Atleti es un "duelo Champions" frente al cuarto clasificado, el sorprendente Español.
A.Briega
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