jueves, 31 de mayo de 2012

0 El que no hubiera jugado en la Selección por ser galleguista


Entre los millones de tópicos que circulan en el mundo del fútbol está la clásica respuesta del jugador llamado por primera vez a la selección nacional: "Es la ilusión de todo futbolista". Pero ese, desde luego, no es el caso de Nacho, lateral del Compostela, un hombre que nunca ha ocultado sus simpatías por el nacionalismo gallego. Hace unos días, se empezó a rumorear que el seleccionador, Javier Clemente, podría contar con él y Nacho confesó en público: "Ni me interesa ni me apetece". Más de una vez ya ha dicho que lo que de verdad le seduciría es formar parte de un hipotético equipo nacional gallego."Me gusta Nacho". Las palabras de Clemente el pasado martes en Alicante fueron la confirmación de que el lateral del Compostela podría ser uno de los llamados para la fase final de la Eurocopa de Inglaterra. Ayer, al término del entrenamiento, los periodistas acosaron, al jugador gallego y éste, visiblemente abrumado, se sacudió el compromiso con evasivas. "No voy a hablar de algo que aún no se ha producido", se excusó.
Hace unos días, Nacho se había mostrado mucho más claro en una larga entrevista con la Televisión de Galicia. "Ni tengo mucho interés, ni me apetece que me convoque", contestó, "pienso que no valgo para ese tipo de cosas. Creo que hay gente en este Estado español que lo puede hacer muy bien. y que se identifica muy bien con la selección española, lo que me parece fenomenal. Desde luego, mi ambición no es esa. Prefiero estar así, me encuentro más a gusto".
El País,16/11/1995
Leer el artículo completo en El País

0 Sábanas de la "clase obrera"

Restos de la huelga, I.E.S. Emilio Castelar, Madrid

0 Quince momentos estelares de la televisión noventera española (III)

Emilio Aragón sustituye a José Luis Moreno




Emilio Aragón no existía. Existía Milikito, eso sí, pero Emilio Aragón era el recuerdo de un jovencillo acumulando gags y siguiendo una línea blanca programa tras programa en Ni en vivo ni en directo. Cuando, de repente, Valerio Lazarov decide que VIP, un concurso banal, entretenimiento antes de la comida, pase de las manos del encorsetado José Luis Moreno al “natural” Emilio Aragón, no sabe que está cambiando su cadena y creando un monstruo que aún sigue en lo más alto del mundo televisivo.
El concurso en sí era aburridísimo. Aragón se dio cuenta desde el principio, tanto que todas las distintas versiones —VIP GuayVIP Noche, VIP Tarde…— tenían algo en común: el concursante era lo que menos importaba. Y menos aún que el concursante, el premio. Honestamente, no recuerdo qué demonios ganaba un concursante del VIP Noche y, si no lo recuerdo, me parece que buscarlo en los archivos sería hacer trampa. El nuevo presentador se apresuró a crear una estética en lugar de una competición: humoristas, de la casa o de fuera, es decir, Cruz y Raya, pero también Félix el GatoCeda el PasoGomaespumaLas Virtudes… el público tenía que reírse por sí mismo y no porque le obligara el presentador imitando a un cuervo.
Por su parte, Aragón se puso un frac con zapatillas blancas, por si alguien no se había enterado de su “rebeldía estética”, adoptó a Mané para los mejores números cómicos, lanzó a Belén Rueda al estrellato y admitió a lasCacao Maravillao como cuota necesaria de la vulgaridad del destape italiano. La fórmula fue un exitazo absoluto. Cuando se aburrió de Lazarov se fue con Asensio a seguir a una oca y cuando se aburrió de sí mismo decidió ser actor. Era espantoso. pero su serie, Médico de Familia, se pasó casi 10 años batiendo récords de audiencia sin que su protagonista fuera capaz de resultar creíble en un solo plano. Supongo que eso es talento industrial. Que pregunten en Globomedia.


Guillermo Ortiz/ Jot Down

0 jul1972- La SER estrena 'Hora25', José M García contra Urtáin


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miércoles, 30 de mayo de 2012

0 Publicidad: "A por ellos" -Coca-Cola (Eurocopa 2012)

0 Quince momentos estelares de la televisión noventera española (II)

Las primeras 24 horas de la Guerra del Golfo




Alguien podría decir que aquí el mérito no es español sino de la CNN. Bueno, de acuerdo, uno hace memoria y cuesta acordarse de Ángela Rodicio y su voz aflautada retransmitiendo desde Bagdad o de Alfonso Rojo enviando crónicas junto a Peter Arnett, refugiados en los sótanos de un hotel. En cualquier caso, reconozcamos que la Guerra del Golfo fue la primera retransmitida por televisión y que el impacto en un niño de trece años como yo fue inmenso: las noches previas, la tensión, los plazos que se terminaban, “la madre de todas las batallas”. ¡Aquello parecía un Madrid-Barça, por lo menos!
La noche que la coalición encabezada por Estados Unidos atacó Bagdad con misiles y entró en territorio de Kuwait, Telemadrid conectó con la señal de la CNN y por ahí pasaron los Hilario Pino de turno a hacer horas, entre el cansancio de la madrugada y la excitación del momento histórico. El traductor simultáneo dando voz al corresponsal en Tel-Aviv que anunciaba la caída de misiles “scud” por toda la ciudad, la máscara anti-gas separando su boca del micrófono, como si le hubieran llevado a Verdún a comentar la Guerra del 14.
Estados Unidos atacaba a Irak e Irak atacaba a Israel. Esa era nuestra idea del apocalipsis, que, como ven, viene de lejos en el imaginario contemporáneo. Los gestos tensos y las manos rápidas, las conversaciones entre los presentadores, el nuevo tipo de informativo que pasaría a los platós españoles de una forma cutre y de barra de bar. Los Manolos. Por primera vez, en el patio de clase, no hablamos ni de Míchel ni de Butragueño sino del general Schwarzkopf. Quizá, ese día, dejamos de ser niños. O al contrario.


Guillermo OrtizJot Down

0 La Iglesia y el IBI

IBI

Del Impuesto sobre Bienes Inmuebles están exentos los hórreos, los castillos, las escuelas, la Renfe, la Cruz Roja, los inmuebles diplomáticos y consulares, y los de cualesquiera organizaciones no lucrativas sin explotaciones económicas. Tampoco las confesiones legalmente constituidas. Entre ellas, por cierto, sólo la católica aparece citada por su nombre en la Constitución. Concretamente en el artículo 16.3, el mismo que establece que ninguna tendrá carácter estatal… y que los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española.
[...]
No sólo atiende a los marginados entre los marginados, sino que la mayoría de sus religiosos y laicos conservan una misteriosa alegría, que es balsámica, cada vez que se asoman al abismo de los enfermos terminales, de la infancia relegada, del hambre, de la locura, del abandono, de la inmovilidad, de la pérdida, del despojo, de la desesperación. Y se asoman con generosidad, para quedarse todo el tiempo que haga falta, acompañando, alimentando, vistiendo, lavando, curando y confortando a los invisibles.
Privado de capacidad, de credibilidad o de vigor para construir una alternativa política con mayúsculas, el jefe de la oposición no ha encontrado mejor modo de tomar la iniciativa que apuntar a la Iglesia. Cree que será rentable reeditar la cantinela de los supuestos privilegios y exige, para empezar, que pague el IBI. Rubalcaba se ha quedado sin bazas y recurre al más mugriento comodín del público. El resorte toca el mismo nervio anticatólico, atávico y feroz que excita periódicamente la historia de España. El nuevo favor que el PSOE quiere hacerle al pueblo es privar de recursos al amortiguador último de la miseria en un país que se acerca a los seis millones de parados, con más de 1.700.000 familias sin ninguna fuente de ingresos y con una pobreza infantil del 26 por ciento (Comité de los Derechos del Niño de la ONU). Y creciendo.
Dijo Zapatero: «La verdad no nos hará libres: es la libertad la que nos hará verdaderos». No bastaba con levantar tales contravalores. Ni con negar a la Iglesia una voz pública. Ni con arrogarse la representación de los homosexuales, como si la inclinación presupusiera una ideología. Pues toquémosles la caja.
Juan Carlos Girauta/ABC
Leer el artículo completo de Juan Carlos Girauta ayer en ABC

0 Iconoclasia amorosa del 15-M

"Amantium irae amoris integratio est", Metro Oporto, Madrid

0 jun1971- Campmany despedido de 'Arriba' tras pedir democracia


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martes, 29 de mayo de 2012

0 Mientras los niños jugaban (21 años del atentado de Eta en Vic)

0 Quince momentos estelares de la televisión noventera española (I)


Llegó 1990 y las pantallas españolas —que no eran tantas— se llenaron de cartas de ajustes como preparando una guerra o una invasión galáctica. Era el momento esperado desde años atrás, el de la televisión privada. No hacía tanto tiempo, los programas eran en blanco y negro, a la segunda cadena de TVE se le llamaba “el UHF” y por las mañanas no había nada, absolutamente nada, ni siquiera el tupé rebelde de Jesús Hermida, su tono monocorde y su multitud de jóvenes talentos que asolaron la siguiente década como una plaga de langostas.
Como aún no estábamos preparados para tantas emociones, la inmersión en el nuevo universo televisivo fue lento, muy lento, apenas dos canales en abierto y otro que no acababa de definirse entre las rayas horizontales y las chicas guapas de los 40. Con todo, la impresión fue tan fuerte que tuvieron que pasar otros 15 años antes de que aparecieran Cuatro o La Sexta y casi 20 para que se asentara una televisión digital terrestre con suficientes canales como para que uno pueda decidir dónde le adivinan el futuro sin imposiciones.
Al fin y al cabo, la libertad era esto, elegir entre Sandro Rey y Silvia Raposo.
Llegó 1990, decía, y todos nos volvimos más idiotas. No fue culpa de nadie, solo nuestra. Supongo que necesitábamos un punto de idiotez banal después de unos 80 tan intensos, tan estrictos moralmente, con Lolo Rico enseñándote Educación para la Ciudadanía ya a los diez años, cada sábado por la mañana, mientras desayunabas. Los noventa fue, en general, una década estúpida, y tenemos que vivir con ello porque para muchos fue nuestra década y marcó nuestra estética posterior.
Ya está bien de Uri Gellers y de Naranjitos. En serio. Demos un paso más hacia el borde del abismo sin necesidad de entrar en sus profundidades: no vamos a pararnos en la sucesión de Mamachichos y Chicas Chin Chin de Telecinco, ni en Jesús Gil y su jacuzzi ni en las toneladas de caspa que caían en cada programa de Antena 3 TV, con Luis Herrero presentando los telediarios y Alfredo Amestoy como paradigma del humor patrio. No es necesario ahondar tanto, sería vulgar, pero este artículo no es un intento de salvar una década sin salvación, condenada a vivir entre la burbuja ética de los 80 y la burbuja económica de los 2000. Una década triste, de ojos azules y escopetas en el pecho.
Una década y un país cuya televisión tuvo muchos más de quince momentos estelares, pero volver a Francisco Umbral y su libro sería de un aburrimiento enorme. Estos son mis quince impactos televisivos. Si no les gustan, como diría Groucho, tengo otros quince o treinta.
Guillermo Ortiz/ Jot Down

0 Adiós, Manolo

De compras. Me atiende una señora con acento eslavo, de un metro ochenta de estatura a ojo de buen cubero, con el pelo rubio y los ojos claros. De ésas que dan miedo. O casi. Hechos los trámites, llama a dos empleados, y éstos se ocupan del resto de la operación. Uno es un rumano eficiente que se ocupa de mí con diligencia, y hablando un español casi perfecto, me advierte: «Cuidado con esta pieza, que es muy jodida y se suelta». Lo de muy jodida lo ha dicho con el desparpajo y la naturalidad de quien le tiene tomado el punto a la pieza que se suelta y al habla de Cervantes. Integrado total. El otro empleado es un joven azteca, o maya, o lo que sea. Uno de allí, con un magnífico pelo negro, la piel cobriza y unos ojos oscuros e inteligentes. También son ojos orgullosos. Hace un momento, mientras brujuleaba por la tienda, tuve ocasión de presenciar una escena de ese mismo joven con un cliente ligeramente estúpido, y de advertir la mirada que le dirigió el indio cuando al otro se le fue un poco la mano en el trato. Si te llego a pillar en Tenochtitlán aquella noche -decía elocuente esa mirada- me hago un llavero con tus pelotas. Incluso si te encuentro un sábado por la noche, de copas, igual me lo hago. Huevón.[...]

Arturo Pérez-Reverte
XL Semanal
Leer la Patente de corso completa de esta semana

0 nov1970- Anson en la Chile de Allende, Democracia Cristiana


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lunes, 28 de mayo de 2012

0 Guadalajara, pueblos negros

Pedro Rubio

0 Últimas horas con Ernest (y V)

19.15 horas
COMPRÓ UNA NOVELA... QUE YA NUNCA LEERÁ
No fue en su primera visita del día a la librería de la Facultad cuando el profesor compró su último libro. Estuvo por la mañana y volvió por la tarde, aprovechando que bajaba a la máquina de chucherías para sacar una bolsa de palitos de pan integral. Buscaba un texto (Domicilio desconocido) que no encontró y otro que sí se pudo subir a su despacho. El título de la novela es La herencia de Esther, del raro novelista húngaro emigrado a EEUU Sándor Marài. Porque a Lluch pocas cosas no le interesaban. Ahora preparaba la publicación de textos inéditos de un memorial de Luis Ortiz del siglo XVI, con recomendaciones al rey de España para salir del atolladero financiero que daban ilustrados de la época. Y casi salido de imprenta, pendiente de su presentación, está otro libro suyo: Derechos históricos y constitucionalismo útil. Lo firma con Miguel Herrero de Miñón, compañero junto con Santiago Carrillo en la tertulia del programa radiofónico La Ventana, que dirige en la Ser Gemma Nierga.

20.00 horas
LA ÚLTIMA CHARLA Y EL ADIÓS DE SUS HIJAS
«Creo que su última conversación, aparte de con sus hijas, la mantuvo conmigo», dice el profesor Gaspar Feliu. «Hablamos de la explotación de minas de carbón, de música, de cómo se emocionaba viendo los Stradivarius del Palacio Real... Fue una charla de amigos de final de tarde». Pasaban unos pocos minutos de las ocho, porque a esa hora llegó a la Facultad la hija pequeña de Lluch,Mireia. Y Feliu la acompañó hasta el despacho de su hermana Rosa, donde también estaba su padre. Allí transcurrió la conversación. Otro profesor, Josep María Benault, se había despedido antes: «Iré el jueves a escuchar tu conferencia sobre el País Vasco en Sabadell». Lluch hizo una mueca: «Seré duro, porque la situación es dura».

Ahora, nadie sabe a ciencia cierta a qué hora cogió el abrigo y la cartera, en qué minuto exacto arrancó el coche y pasó por el lateral del Camp Nou camino del aparcamiento mortal. Quizás las nueve en punto. Nadie mira el reloj los días sin citas inexcusables... «Si tenéis aún cosas que hacer, yo entonces me voy para casa, que estoy cansado», dijo a Rosa y Mireia, sus hijas. Fuera, al otro lado, aguardaban tres pistoleros que llevaban una semana acechando en secreto al profesor. Dos disparos pararon el tiempo. ¿Qué hora era?


Ildefonso Olmedo
El Mundo,26 de noviembre del 2000


1 dic1969- Cierre del diario 'Nivel', García Peri-Martín Ferrand


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sábado, 26 de mayo de 2012

0 Últimas horas con Ernest (IV)

14.00 horasEL PROFESOR SALE A COMER CON SU HIJA
Después de una larga reunión con el catedrático emérito Jordi Nadal, Lluch abandonó por unas horas el despacho para comer con la mayor de sus hijas, Rosa. Juntos fueron a pie hasta el restaurante Sal i pebre (Sal y pimienta). El día anterior, el ex ministro bajó solo al comedor de la Facultad. «Era de los pocos catedráticos que regularmente come en el bar», dicen tres alumnos a los que un día invitó a cenar, y a los que contó con erudición el origen castellano de la palabra Donostia. Ahora les asalta, con lágrimas en los ojos, la imagen del profesor con apariencia de sabio despistado que encontraron con una maceta en la mano por los pasillos. «Sin preámbulos empezó a contarnos», relatan, «que la planta se estaba secando en su despacho, que iba a llevarla a la terraza para que le diera el sol... Se quemó».

Al regresar del restaurante, a las cuatro de la tarde, Lluch volvió a reunirse con su ayudante Elsa Bolado. La tarde se prestaba para la confidencia. Le habló de varios libros que tenía que prologar, y especialmente de uno que le intranquilizaba. Era, explicó el tutor a Bolado, del análisis que un sociólogo vasco había realizado sobre el tratamiento informativo que los periódicos (desde el Gara a La Razón) dieron a la tregua. El autor, con quien Lluch habló por teléfono esa misma tarde, dudaba si ahora era el momento de publicarlo. Había demasiados periodistas, le dijo, en la diana. «Lluch me comentó que le daba miedo tanto odio», recuerda la joven discípula.

No era la primera vez que él hablaba a sus compañeros de docencia «del problema de mi querida tierra vasca». Ernest, ni mucho menos, se sentía ajeno. «Estoy en el punto de mira, lo sé», dijo a sus más allegados. Incluso a su familia le habló de cómo debían actuar si le mataban. Sus buenos propósitos de diálogo para la resolución del conflicto no eran garantía ninguna contra las balas etarras. Ni haber asistido a un polémico homenaje en Irún a Lluís Companys (presidente de la Generalitat republicana fusilado en 1940) junto a representantes de EH, o a la conferencia que Otegi pronunció en febrero de 1999 en Barcelona. No tenía más que acordarse de su buen amigo Juan Mari Jáuregui, ex Gobernador Civil de Guipúzcoa. Ahora se sabe que intentaba contactar con Josu Ternera cuando fue asesinado, el 29 de julio en Tolosa.

«La muerte de Juan Mari», escribió Lluch en un artículo en La Vanguardia, «hace que me estremezca con un acento especial: ha muerto alguien por pensar exactamente lo que yo pienso». Aunque -como dice su maestro Fabián Estapé- Ernest Lluch «iba por la vida sin escolta mental», también estaba preparado para lo peor: «Cuando como en restaurantes, siempre me siendo junto a la pared, de cara a la puerta, porque si alguna vez vienen a por mí al menos quiero verles la cara».

Su último veraneo en San Sebastián fue arriesgado. Siempre que salía lo hacía con guardaespaldas prestados por alguno de sus amigos (las más de las veces, Odón Elorza, el alcalde). Hasta acercarse a la playa de La Concha, le advirtieron, era peligroso. Y a él, costero de nacimiento, le cautivaba el mar. Por eso, en su diminuto apartamento sin vistas, colocó en el exterior de la cocina un espejo retrovisor que le reflejaba el movimiento de las olas.



Ildefonso Olmedo
El Mundo,26 de noviembre del 2000

0 Queremos Hablar de Empresa 26/05/2012

0 La suspensión, un alivio


La presidenta salva al Príncipe
Las dos banderías de la grada del Calderón, distantes ayer en los colores y en los anhelos deportivos, coincidieron sin embargo en una pulsión expresada con un insulto unánime y atronador: el odio a Esperanza Aguirre. Con la torpeza con que irrumpió en este asunto, la presidenta logró que la hicieran pasar por el origen del problema, cuando no fue sino la más vehemente, y menos reflexiva, de todas las reacciones suscitadas por el propósito vindicativo de la mayor parte de ambas hinchadas, conjurada, con el apoyo formal de algunos parlamentarios supuestamente honorables y trajeados, para faltar el respeto al himno y a la Corona. E insisto en lo de mayor parte porque, en los aledaños de las gradas centrales, ayer fue posible ver a hinchas del Athletic aplaudiendo y largando vivas a España en plena pitada.
Irónicamente, la presidenta de Madrid y 'Marianne' inspiradora de la porción castiza del PP hizo un favor imprevisto al Príncipe de Asturias, que acudió al estadio sin la compañía de su esposa, acaso renuente a soportar volúmenes altos de voz. Esperanza Aguirre logró escalar hasta el número uno de los grandes 'hits' del odio nacionalista. Por encima de la bandera, del himno, de la nación y hasta de la Corona. Por lo que terminó concitando sobre ella, aun ausente, toda la ira y quitó presión al Príncipe, a la vicepresidenta del Gobierno y a las demás personalidades que apenas hubieron de aguantar 27 segundos de ruido y furia antes de que el fútbol trascendiera el ambiente podrido de toda la semana.
Igual que la Inquisición quemaba muñecos en ausencia del condenado, la presencia no física de Aguirre fue lo único que de verdad ardió en el auto de fe de los nacionalistas, que se ampararon en sus declaraciones para acudir a Madrid como más les gusta: agresores que pasan por víctimas, legitimados como tales: siempre el agravio colectivo.
[...]
El Príncipe encajó la pitada sin alterarse, como si se tratara de un gaje menor del oficio, y se sentó para permitir que empezara el juego. Ahí terminó su medio minuto de exposición.
Mientras caían los goles del Barcelona, uno reparó en que a la gente del Athletic no le quedaba humor ni para cantar un elefante se balanceaba. El fútbol les estaba tratando de tal modo que un desalojo y suspensión ordenados por Aguirre casi habrían supuesto un alivio.
David Gistau/ El Mundo

0 jul1969- Luca de Tena III contra nombramiento de Juan Carlos


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viernes, 25 de mayo de 2012

0 Salamanca, la casa de las conchas

Pedro Rubio

0 Cuando socialistas y comunistas rompían banderas republicanas (y II)


Puñetazos por una bandera roja

Muchos militantes o simpatizantes de izquierdas de los años de la transición recuerdan perfectamente que los miembros de esos partidos y sindicatos les persuadían de que no llevasen banderas rojas ni tricolores a los mítines ni las manifestaciones, y cuando no lo conseguían recurrían a los palos para ablandar la mollera de los cabezotas.
En un artículo sobre la memoria histórica y las ganas de desenterrar a García Lorca (Ideal de Granada, 18 de septiembre de 2008), el profesor José Vicente Pascual narra cuál fue el comportamiento de la izquierda, incluso de Santiago Carrillo, hasta el 23-F:

No me equivoco, porque tengo memoria, si recuerdo que esa izquierda agotó las existencias de colgadura y banderas rojigualdas al día siguiente del intento de golpe de Estado de Tejero. Llevaban encima "la estanquera" hasta para ir a la compra. Daba gusto oír a Santiago Carrillo clamar "viva España" al final de sus mítines en aquel tiempo. Aquí se perdona y se olvida cuando conviene, no cuando se debe.

También recuerda que un matón de Comisiones Obreras le atizó por llevar una bandera roja en un acto de un Primero de Mayo:

A un servidor ya le partieron la cara una vez, por sacar una tricolor un primero de mayo, y el energúmeno que casi me deja tuerto no llevaba uniforme gris ni camisa azul, sino brazalete de Comisiones Obreras. Otra hostia no van a colocarme, eso lo tengo bien claro. Ni otra vez van a engañarme.

El periodista de izquierdas Alfredo Grimaldos ha contado historias parecidas. Así, en una entrevista este mismo año dijo:

En 1977, cuando los legalizan, [los comunistas] asumen la bandera monárquica y a partir de ese momento la consigna es reprimir la bandera republicana. Conservo todavía una bandera republicana rota por varios trozos por los servicios de seguridad del PCE.

En otra entrevista, realizada en 2004, explicó que los militantes comunistas, disciplinados como miembros de la Cheka, cumplían las órdenes del Politburó de arrebatar banderas tricolores y rojas a los asistentes:
Recuerdo perfectamente la cara de algunos viejos militantes comunistas cuando se veían obligados, por disciplina de partido, a enfrentarse, en el año 77, con quienes desplegábamos las banderas republicanas en las manifestaciones aún ilegales.

Ya sabemos que Felipe González, Alfonso Guerra y Santiago Carrillo dieron órdenes de arrancar las banderas inconstitucionales antes de la Constitución. Ahora nos gustaría saber si Cayo Lara, Gaspar Llamazares, Alfredo Pérez Rubalcaba y Elena Valenciano eran de los que las cumplían.

Pedro Fernández Barbadillo
Libertad Digital

0 Protagonistas Sierra 25/05/2012

0 Últimas horas con Ernest (III)


10.00 horas
LLUCH CANTA EL «TOT EL CAMP»
La Universidad fue su vida. Y su batalla. En 1961 fue el primer delegado elegido democráticamente en la Facultad de Económicas de Barcelona. Cinco años después, su participación en el encierro de profesores conocido como La Capuchinada le valió su expulsión. Se marchó a Valencia y ganó plaza de profesor agregado en 1974, año en el que también ingresó en el Partido Socialista del País Valencià. Tras un largo paréntesis político -fue elegido diputado en 1975 y nombrado ministro tras el triunfo del PSOE en 1982-, volvió en cuerpo y alma a su cuna universitaria en 1986, pues había ganado la plaza de catedrático por oposición un año antes. Desde entonces, y salvo los siete años (1989-1995) que fue rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, ya nunca abandonó largo tiempo a sus alumnos.

El día en que le mataron llegó a su despacho minutos antes de las 10 de la mañana. El coche, como siempre que lo llevaba, quedó aparcado fuera sin ninguna vigilancia. Hasta que no comenzara el segundo cuatrimestre, cuando le tocaría impartir clases de licenciatura, disponía de más tiempo para la investigación. Era un auténtico ratón de bibliotecas y archivos. Pese a todo, mantenía un contacto permanente con los estudiantes, y en especial con una docena a los que, para su doctorado, enseñaba Teoría del Pensamiento Económico. No en vano su obra principal es El pensamiento económico en Cataluña. 1760-1840.

Fue una mañana ajetreada en el cuarto piso. El teléfono del despacho no dejaba de sonar. Con un amigo de la Cámara de Comercio de Reus, Lluch se comprometió, en apenas dos palabras, a escribir un libro sobre las entidades financieras de la ciudad hasta la quiebra del Banco de Reus. A la profesora ayudante Elsa Bolado le dedicó más tiempo. Le estaba asesorando sobre un artículo que abordaba el cambio de mentalidad entre los siglos XVIII y XIX. Pero también hubo momentos de asueto. Nunca olvidará Bolado la imagen cariñosa de profesor chiflado -más Walther Mathau con flequillo al aire que nunca- con la que su tutor terminó entonando el himno del Barcelona. «Llegó al departamento una compañera, Ana Carrera, para enseñarnos a todos el hijo que tuvo hace dos meses. Al verle, lo primero que hizo Lluch fue empezar a cantarle, con aspavientos, el Tot el camp. Le hicimos callar, entre risas, para que no traumatizara al niño».

Nacido, el 21 de enero de 1937, en la localidad costera del Maresme Vilassar de Mar, Ernest Lluch fue desde niño forofo del Barcelona F.C. Pisó pronto el estadio de su Barça de la mano de su padre y su hermano mayor Enric. Muerto su progenitor, él siguió pagando religiosamente la cuota de socio hasta que, en 1988, decidió tener su propio carné. Y le asignaron el número 73.827. A punto estuvo, este verano, de ser algo más. Tras la marcha de José Luis Núñez, integró la candidatura a la presidencia del club que encabezó el publicitario Lluis Bassat.

La Real Sociedad de San Sebastián, ciudad donde compró un pequeño apartamento hace más de una década, era su segundo equipo. Hasta compró acciones del club. Su última visita a Donostia fue, precisamente, para presenciar desde el palco de Anoeta el encuentro entre sus dos colores. Quizás fue entonces cuando se hizo socio del colectivo nacionalista Elkarri.

Ildefonso Olmedo
El Mundo,26 de noviembre del 2000

0 jun1969- Muere Ismael Herraiz, cargando contra el Opus


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jueves, 24 de mayo de 2012

0 Cuando socialistas y comunistas rompían banderas republicanas (I)


A los jerarcas socialistas y comunistas españoles les gusta fotografiarse con la bandera rojigualda cuando son ministros; por lo demás, sus sentimientos están con la tricolor de la II República, la francesa y la kufiya palestina.
Hace unos años, el fotógrafo Alfredo García Francés, premio nacional de periodismo en 1984, sufrió todo tipo de insultos, menosprecios y advertencias por tener una bandera rojigualda; no fue en la redacción del Avui, ni en la de Gara ni en la de Público, sino en la de El País, convertido hoy en el principal diario monárquico. Asó lo contó en su blog el propio afectado:

En octubre de 2002, me enviaron una banderita española firmada por los amigos que acudieron a una manifestación en San Sebastián. Convocaba Basta Ya, el lema era ‘Contra el Nacionalismo Obligatorio’ y participaron Mayor Oreja y Redondo Terreros. Fue un éxito. Por cariño, la puse sobre mi mesa en El País. En las paredes de la redacción colgaban otras banderas republicanas, palestinas y vascas. El gesto me costó un enorme disgusto en el diario en las siguientes elecciones.
Un miembro de CCOO, redactor de internacional, secuestró mi banderita, luego sufrí agresiones verbales por parte de algunos compañeros y jefes, muy especialmente del perro que soltaron para roerme las canillas, el entonces subdirector Félix Monteira, más tarde director de Público y hoy [2010] Secretario de Estado de Comunicación del Gobierno de España. Félix, excelente periodista y comisario político, me acusó durante semanas de llevar a la redacción la guerra de las banderas, y sus palmeros, de facha y otras memeces parecidas.
Yo respondía atónito que estaba en España, dentro de la ley (artículo nº 4 de la Constitución), y que en la redacción se exhibían otras banderas. Pero, no hubo manera. Chantaje y sectarismo, por delinquir mostrando la bandera de mi país. En Madrid. En el diario independiente de la mañana, en el templo de la libertad. Al final, decisión salomónica, ordenaron quitarlas todas.

La guía electoral socialista de 1977

En la transición, una vez muerto el general Franco, tanto el PSOE como el PCE ocultaron las banderas tricolores y rojas, para no crispar... y para no perder votos, debido al recuerdo de lo que fue la República entre los españoles.
En la guía electoral del PSOE para las elecciones de 1977 se estableció que el único símbolo que se usaría sería el del puño y la rosa, más el eslogan "La libertad está en tu mano". Aunque el partido no se había pronunciado sobre la aceptación de la Monarquía, tampoco iba a perder votos por ondear la tricolor. Sobre la bandera republicana, esa guía decía lo siguiente:

Hay que tener en cuenta la Ley Antilibelo, en la cual se puede caer de lleno por la utilización de dicha bandera, lo cual puede ser la excusa servida en bandeja para que los gobernadores civiles dificulten nuestra campaña, nos prohíban actos, detengan a personas, etc., evitando que contactemos con el electorado, que es nuestro objetivo.

El sociólogo Julio Feo, uno de los miembros del círculo más cerrado de Felipe González, relata en sus memorias, tituladas Aquellos años, varios casos en que los servicios de orden (es decir, los matones) del partido quitaron banderas tricolores a los militantes. En un mitin en la plaza de toros de Cáceres, Feo afirma que Pablo Castellano, primer candidato de la lista por esa provincia, había montado un numerito:

En un palco había unos muchachos con banderas republicanas. Curiosamente, había tres banderas y dos personas. Felipe se cogió un importante cabreo.

Los muchachos se habían encerrado por dentro, por lo que los "miembros del equipo de seguridad de Felipe González", tres de los cuales eran escaladores, treparon al palco;

las banderas se retiraron tras un pequeño forcejeo con los dos muchachos que resultaron ser dos chicos gitanos, ignoro si compañeros del partido o contratados.

El mismo Feo paró en Murcia a un anciano que trataba de acercarse al estrado donde se encontraba González; al menos Feo empleó la educación y no las manos.
El control del aparato del PSOE sobre los asistentes a sus actos fue muy cerrado, a diferencia del PCE, como escribe con satisfacción Feo. El PCE

se vio obligado a utilizar la fuerza y la violencia para retirar en sus actos las banderas republicanas, teniendo peleas importantes y consiguiendo con ello más de una fotografía en las primeras de los periódicos, con la consiguiente pérdida de credibilidad y prestigio.

Pedro Fernández Barbadillo
Libertad Digital

0 Amar Cataluña

Amor de Edding, San Lorenzo de El Escorial, Madrid

0 Últimas horas con Ernest (II)

9.00 horas
HABLA DE ETA EN RADIO EUSKADI
Las luces se habían apagado en el piso que Ernest Lluch compartía con la bibliotecaria Montserrat Lamarca (de su primera mujer, la que le dio tres hijas, se había separado en 1986) ya de madrugada. «Después de la tertulia deportiva le llevé en coche a su casa. Nos despedimos a la una menos diez», cuenta Lluis Foix, director de La Vanguardia digital. Mientras Lluch se iba a dormir, la última carta que había enviado a su hermano Enric, profesor ya jubilado, iba camino del buzón. Todo seguía su curso normal, rutinario. Faltaban apenas seis horas para que el veterano socialista volviera a despertar.

El reposo, como ya era costumbre en él, fue breve. «Me levanto muchos días a las cinco y cuando voy a la radio ya lo he leído todo», comentó alguna vez a un compañero de despacho. Su último día se despertó algo más tarde, a las siete. Dos horas después, como cada martes, tenía una cita con el País Vasco. «Era un hombre muy cercano», ha dicho de él el propio Arzalluz. Tanto que Radio Euskadi lo fichó como analista y tertuliano.

Aunque habitualmente acudía a pie a la Facultad, ese día cogió el coche. Un Toledo había sustituido a aquel otro Seat Panda verde y rojo con el que se condujo sin que se le cayeran los anillos tras dejar el Ministerio y volver a las aulas. Desde su casa, a un tiro de piedra del Camp Nou, Ernest Lluch se dirigió primero al estudio seis de Cataluña Radio. El técnico Jordi Sánchez hizo las conexiones con la emisora vasca. Fue su última tertulia radiofónica, y lo hizo dirigiéndose a su segundo pueblo. Habló de lo difícil que lo tenían allí sus compañeros de partido y también del último comunicado de ETA, en el que la organización terrorista decía que nunca quiso la muerte del conductor de autobús de Madrid Jesús Sánchez. «Esa referencia a la mala suerte que aflige a los tibios», dijo Lluch, «es una frase del Evangelio. Todo esto es una locura».

Él nunca fue tibio con ETA. Recientemente publicó un artículo en el que venía ademostrar que la primera víctima de la banda fue una niña, María Begoña UrrozIbarrola, el 28 de junio de 1960. Y no un miembro de la denostada Brigada Político Social del franquismo (Melitón Manzanas), como ellos siempre han pregonado. «Indigno inicio en el pecado original de ETA», escribió el ex ministro en el artículo, que tituló El problema de mi querida tierra vasca.




Ildefonso Olmedo
El Mundo,26 de noviembre del 2000

0 La Huelga General en la Enseñanza


Estudiantes

[...]Hoy en España sólo queda en pie “un trabajo para toda la vida”, que es el de estudiante, más su complemento, el profesorado, depositario de las esencias de la socialdemocracia universal, últimamente denominada izquierda plural, siempre bajo la bota de los melancólicos de la dictadura del proletariado.

En mi Facultad, esos melancólicos se declaraban “comunistas afganos” (la Urss en Afganistán), veraneaban en la Rumanía de Ceaucescu y acumulan quinquenios como funcionarios. Ahora, por lo visto en la Puerta del Sol, se declaran chavistas bolivarianos, veranean en La Habana de los Castro y aspiran a acumular quinquenios como funcionarios. A todos les he conocido siempre la misma lucha: Huelga General en la Enseñanza.[...]

Ignacio Ruiz Quintano
ABC,23/5/2012

Leer el artículo completo de Ruiz Quintano en su blog Salmonetes Ya No Nos Quedan

0 may1969- José Mª Aznar, joven falangista, escribe a los 16 años en SP


Hemeroteca del buitre
J.F.Lamada
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miércoles, 23 de mayo de 2012

0 Últimas horas con Ernest (I)

«País Vasco. Ven y cuéntalo». El póster, con esta leyenda y una gigantesca ola como las que rompen sobre la playa donostiarra de La Concha, está pegado a la pared con tiras de celo. A su derecha, de sendos percheros funcionales cuelgan una bufanda con los colores blaugrana y una rebeca gris. En el resto del habitáculo, en la cuarta planta de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Barcelona, reina un desorden calculado para dar cabida a miles de libros. Se desparraman por estantes y mesas hasta sepultar el aparato de música donde el mismo martes sonó, para deleite de un melómano rescatador del olvido de libretos de ópera de catalanes ilustrados, el CD de Gidón Kremer Hommage a Piazzola. También hay libros y manuscritos sobre el gastado sofá en el que una vieja manta a cuadros rojos y negros habla por sí sola de las furtivas siestas breves del incansable catedrático. «Venía mucho», dice el profesor Gaspar Feliú, una de las últimas personas en verle con vida el martes, mientras recorre el despacho que ETA ha vaciado para siempre: el de su amigo de 63 años Ernest Lluch Martín.

Entre las cuatro paredes de chapa de aglomerado ha quedado fijada para siempre la historia de un hombre sabio y heterodoxo, dispuesto incluso a oír a quienes nunca condenarán su asesinato («¡Gritad más, que mientras gritáis no mataréis», les espetó, durante un mitin en Donostia en apoyo a su amigo Odón Elorza, en plena tregua). Allí, en su despacho, entre universitarios a los que tutelaba, vivió sus últimas horas. Imposible, si nadie te guía, encontrar entre tantas pertenencias un objeto que aluda a su etapa de ministro de Sanidad y Consumo (1982-1986) en el primer Gobierno socialista. Pero lo hay, y cuelga de una pared.

Se trata de una fotografía autografiada del Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal, fechada el 1 de mayo de 1922, que Lluch se trajo de su paso por Madrid. Al retrato le acompaña un párrafo sobre el problema de España: «Urge, en efecto, si queremos incorporarnos a los pueblos civilizados...». Casi un siglo después de que aquellas palabras fueran escritas, otra fotografía nos revela que aún hay quienes se niegan a sumarse a la civilización. Es la imagen sencilla, rotunda, de una ausencia definitiva: un póster, que simboliza la Euskadi de donde Lluch quiso ser vecino; una bufanda, muestra de un inequívoco catalanismo culé, y una rebeca, que resume una vida entregada a la docencia y la investigación.

Por todo eso, y por elevar la voz contra la sinrazón, le mataron de dos tiros a bocajarro. Fue el martes, pasadas las nueve de la noche. «Estoy cansado, me voy a casa», le dijo a la mayor de sus tres hijas, Rosa, profesora desde septiembre en la misma Facultad. El día había sido largo.

Ernest Lluch clausuró la víspera, el lunes, con una tertulia sobre el Barça en la emisora de La Vanguardia (Rac-1). Dormía poco. Madrugó el martes para hacer oír su voz en el País Vasco a través de Radio Euskadi. Parecía un día cualquiera, pero serían las últimas horas con Ernest.



Ildefonso Olmedo
El Mundo,26 de noviembre del 2000

0 Prohibido más de de dos moscas por baño público


Los baños públicos de aeropuertos, estaciones de ferrocarril, centros comerciales o supermercados de Pekín no podrán tener en su interior más de dos moscas, según una reciente disposición de la Oficina de la Imagen de Pekín.
Un responsable de la Oficina, Xie Guomin, dijo al Diario de Pekín que la cifra de dos moscas en los baños públicos pequineses -instalaciones habituales en algunas zonas de la capital donde las viviendas carecen de ellos- "se refiere a las que podemos ver, las que molestan y pueden transmitir muchas enfermedades".
"Ha sido necesario fijar unos límites para la inspección. Si hay más de dos moscas, el baño público perderá 1,33 puntos de un total de 100 puntos. Hasta ahora, la mayoría de los inspeccionados no superan esa cantidad, solamente los mal administrados", dijo Xin.
Leer la noticia completa en Libertad Digital

0 Que te den por el fútbol - Programa 143



0 ene1969- 'ABC' y manipulación del caso Ruano


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J.F.Lamada
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martes, 22 de mayo de 2012

0 Las tres grandes falacias de la huelga educativa


1. No son "recortes" sino "ajustes"
Aunque los manifestantes protestan en contra de los recortes educativos, lo que ha aprobado el Gobierno es, en realidad, un plan integral para racionalizar el gasto público tanto en educación como en sanidad, en el que se incluyen medidas muy diversas, desde reducción de partidas -por el lado del gasto- hasta el aumento de tasas educativas y fórmulas de copago sanitario -por el lado de los ingresos-.
El Congreso de los Diputados aprobó la semana pasada un ajuste fiscal de 10.000 millones de euros en sanidad y educación públicas -unos 7.000 millones en Sanidad y otros 3.000 en Educación-, con el objetivo de reducir el déficit de las CCAA, ya que son éstas las que ostentan la competencia de ambas materias. De este modo, convalidó el Decreto Ley de reforma del Sistema Nacional de Salud y el Decreto Ley de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo, aprobados por el Gobierno el pasado abril.
Así, por ejemplo, el ajuste en educación incluye, entre otras medidas, el aumento de alumnos por clase en la enseñanza no universitaria, un incremento de las horas lectivas de los profesores y unasubida de las tasas universitarias. Mientras, el ajuste en Sanidad incluye la retirada de la tarjeta sanitaria a los inmigrantes irregulares, el incremento del copago farmacéutico, que por primera vez tendrán que asumir también los pensionistas, o la creación de una plataforma centralizada de compras.
Es decir, no todo son recortes, ni mucho menos, sino medidas encaminadas a incentivar un uso más racional de los servicios -subiendo tasas y copagos-, al tiempo que se trata de incrementar los ingresos y reducir gastos que no se consideran esenciales. De hecho, todo indica que estas medidasresultarán insuficientes para mantener la sostenibilidad del sistema educativo y sanitario a medio y largo plazo, tal y como muestra la experiencia de otros países europeos.
2. El gasto se mantiene en niveles de burbuja
Por otro lado, el citado ahorro previsto de 10.000 millones de euros no afectará a la totalidad del ejercicio 2012 sino, aproximadamente, a la mitad, ya que ambos planes acaban de ser aprobados y, por tanto, su impacto presupuestario se estima en unos 5.000 millones de euros para este año.
Aún así, incluso partiendo del supuesto de que la totalidad del ajuste se produjera en 2012 y éste, única y exclusivamente, se efectuara por el lado del gasto -recortes-, los recursos públicos destinados a educación y sanidad se mantendrían en niveles de burbuja, es decir, el sector público español seguiría destinando a ambos servicios un gasto muy similar al de los años de boom inmobiliario y plena expansión económica.
En el ámbito educativo, si a los 3.000 millones que tienen que ahorrar las autonomías se suman los cerca de 800 millones menos que gastará el Gobierno central, el recorte total se situaría en unos 3.800 millones. Según los últimos datos oficiales disponibles (Ministerio de Educación y Eurostat), España gastó 53.092 millones de euros en 2009 y 51.511 millones en 2010. De mantenerse esta evolución, el gasto público en 2011 ascendería a 50.120 millones de euros (hipótesis), con lo que el recorte de 3.800 millones apenas supondría un 7,5% menos interanual.
¿Mucho o poco? El siguiente gráfico recoge la evolución del gasto educativo desde 1992 tanto en moneda corriente como en moneda constante (deflactando las cifras con el valor del IPC).
Fuente: Wonkapistas
¿Resultado? Partiendo de las hipótesis contempladas, el gasto público en educación en 2012 -en términos corrientes- retrocedería a niveles de 2007 (auge de la burbuja), mientras que en términos reales (descontado el IPC) se situaría en niveles de 2005.
En Sanidad sucedería algo similar. Según Eurostat, el gasto público en Sanidad fue de 71.439 millones en 2009 y 68.656 millones en 2010 (excluyendo la sanidad privada). De mantenerse esta misma evolución, el gasto se situaría en 65.981 millones en 2011. Así pues, un recorte hipotético de 7.000 millones este año supondría un 10,6% menos interanual. El gasto en sanidad pública retrocedería, igualmente, a 2007 en términos corrientes y a 2005 en términos constantes.
Fuente: Wonkapistas
3. Más gasto no implica mejor servicio
Por último, más gasto público no garantiza en ningún caso una mayor calidad de los servicios prestados. Así, tal y como avanzó Libre Mercado, el gasto por alumno en 2007 se situó en 6.773 euros, por encima de la media de la UE-27 (6.251 euros) y similar al de Alemania o Finlandia (6.752 y 6.682 euros, respectivamente), dos países mucho más ricos y con resultados sensiblemente superiores a España en el informe PISA, que mide el nivel educativo de los alumnos.
Asimismo, el sistema sanitario público español está clasificado en el puesto 22 de entre los 32 países europeos incluidos en el Health Consumer Index 2009, el principal indicador independiente acerca de la sanidad de entre los que se publican en Europa. Por detrás, sólo aparecen países del este y el sur de Europa (Malta, Grecia, Macedonia...). Por delante, España ve en la lejanía a los líderes (Holanda y Dinamarca), e incluso se tiene que conformar con una calificación peor que estados más pobres, como Portugal, Chipre o Hungría.
En resumen, pese a los lemas esgrimidos en la huelga educativa de este martes, los recortes en Educación no son tales; aún aplicándolos por completo en 2012, el nivel de gasto se mantendría en niveles propios de la época de burbuja económica; y, por último, el refuerzo de la educación y la sanidad públicas no garantiza ni un mejor servicio ni mejores resultados.
Extraído de la página web www.libremercado.com
 

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